De cima, valle y meseta

Singular desarrollo de ayer, el del recinto local, que alcanza a visualizarse claramente algunas simples comparaciones. Primero, que aparezcan en escena las cifras involucradas: el cierre anterior (Merval) era de "7.126" puntos. El máximo del día de ayer, alcanzó número inédito en los "7.330", con mínimo que se fijó en "7.136" unidades: y el cierre, de "7.218".

De tal salpicón de índices en el intradiario, se observa que al tocar la cumbre del día, el Merval ganaba un 2,4%. Pero, tras tal esfuerzo sobrevino la pendiente y la poderosa incursión vendedora retrotrajo desde máximo al mínimo, exactamente lo mismo, un 2,4%.

Y ya sobre el final, apareció el clásico coletazo, de típico "rebote" en la recomposición de posiciones vendidas en descubierto como para mejorar, lo que iba a ser una paridad casi total (dejando un casi 1% de rendimiento, en líderes). Una rueda que se pareció a una "montaña rusa", viboreante entre la altura y la depresión y donde se tocaron las tres posibilidades de la geografía bursátil: la cima, el valle y la meseta. Con semejantes sacudones en precios, se generó un trabajo de tracción de gran importancia. Superando lo anterior, trepó a los $ 150 millones de efectivo (cerca de los 15 millones de dólares, son muy apetecibles en lo local).

Unos $ 37 millones en YPF -pequeño aumento del 0,5%-, con otros $ 22 millones en Tenaris, desde más lejos G. Galicia con $ 13 millones y seguida por Siderar, con $ 11 millones.

Se tuvo que lidiar con una vasta y agresiva "toma de utilidad", que se despertó al tocar los "7.330" puntos y sólo se suavizó, y fue asimilada, cerca del cierre, lo que sigue plantea dos escenarios: A) Que arrecie la oferta nuevamente y obligue a crecer en volumen. B) O que el terreno haya quedado más limpio de ventas densas. Dos variantes positivas. La alternativa: que los precios sean la "variable de ajuste". La Bolsa, expectante.