Decir que no es tiempo es tener miedo al cambio

No podemos decir que no es el momento para reformar la Constitución provincial. Siempre es el momento, y para la antipolítica, para el conservadurismo, para quienes se benefician del statu quo, nunca lo será. Porque si algo los caracteriza es eso: las cosas como están. Los privilegios como regla, el miedo a los cambios que puedan terminar con esos privilegios.

Nosotros reafirmamos la necesidad de reformar la Constitución con carácter de urgencia. No hay un momento oportuno para la misma, no existe horario ni estación para determinar el momento.

No vamos a aceptar la ligereza discursiva de que una reforma constitucional no es importante. Para los radicales, que fuimos protagonistas de todas las reformas nacionales y provinciales de las constituciones, resulta bochornoso escuchar de algunos correligionarios la perorata de que "la gente no pide una refoma constitucional".

La gente nunca pide reformas a la Constitución, la gente no está preocupada por eso, pero está claro que si la informamos, si le explicamos los atrasos a sus derechos que implica la Constitución vigente, si los convocamos a discutir los derechos que se pueden incluir, la expansión de posibilidades que da una Constitución, no tengo dudas que la mayoría de la gente nos acompañará.

Los que dicen que no es el tiempo les tienen miedo a los cambios que puedan modificar sus posibilidades. Mirar una reforma de fondo de una Constitución especulando con la conveniencia o no de esa reforma a sus posibilidades personales es la expresión más contundente de la pequeñez política, de la falta de idearios, y de un vacío ético que avergonzaría, sin dudas, a nuestros líderes históricos, como Raúl Alfonsín, Arturo Illia, Hipólito Yrigoyen, o al propio Aldo Tessio.

Nosotros decimos sin vueltas: es ahora. Es ahora. Es ahora. Porque hemos madurado políticamente, porque venimos transitando el acuerdo y el consenso en cada tratamiento de ley, porque hemos construido una relación armónica y respetuosa entre opositores y oficialistas, porque somos, como Legislatura, un ejemplo nacional, donde todos discutimos y todos nos escuchamos, es ahora. Porque es ahora cuando están dadas las condiciones.

No nos vengan con la gente. Que la gente nos eligió para cambiar sus vidas, y no para dejarlas como están. Y de eso se trata una reforma constitucional.