Festejaba anoche el Gobierno el resultado de la primera cita formal como canciller de Héctor Timerman con Hillary Clinton en la Secretaría de Estado. «La Argentina ha sido reconocida como un interlocutor serio en América Latina», era el lema que recorría los mails que se cruzaban los funcionarios. La esposa de Bill destacó en la charla privada y en la conferencia de prensa la actuación de Néstor Kirchner como quien logró lo que nadie imaginaba; que sentase -y además hicieran las paces- Juan Manuel Santos y Hugo Chávez. Por vía de la ironía pudiera pensarse que el ex presidente podría aplicar algo de ese tono conciliador para sus campañas domésticas, pero igual el Gobierno dijo haber facturado la tarea de Timerman en los últimos tres años de acercamiento de los dos gobiernos después de la odiosa cumbre de Mar del Plata en la cual George W. Bush creyó estar en un país enemigo -»Nadie lo quería a Bush, ¿por qué íbamos nosotros a quererlo?», se justifican ahora los kirchneristas que acompañarán la buena estrella de Barack Obama mientras ésta dure en el tiempo.
La cita con Hillary tuvo tramos privados y tramos que se pueden contar. No contará ninguno de los dos lo que charlaron sobre la situación interna de Venezuela, hoy un patronato argentino que cumple el viejo pedido de los EE.UU. de que en la región Brasil o la Argentina se ocupen de contener las extravagancias de Chávez. Ni Timerman ni Hillary pueden ser señalados como chavistas y el análisis de la situación interna del Gobierno bolivariano, sus relaciones con la comunidad judía y con Irán se llevaron buena parte de la charla.
Tampoco se contará en todos sus términos la confesión que le hizo Hillary a Timerman: «Que nosotros tengamos tan buena relación es tanto o más importante que las que tienen nuestros dos países». Al ingresar a la sala de la reunión en donde Hillary lo recibió junto a su viceministro Arturo Valenzuela, el canciller arrancó con halagos: «Qué bien le queda el color azul», disparó, para agregar: «Quiero felicitarla por el hecho de haberse convertido en suegra». También concedió la palabra cuando comenzó la reunión, pero Hillary se lo devolvió y pidió que hablara primero él.
En la reunión, que culminó con una conferencia de prensa de los dos funcionarios, Clinton y Timerman expusieron las posiciones de los dos países en torno al nuevo Gobierno de Honduras. Estados Unidos quiere que la región reconozca la administración de Porfirio Lobo, pero la Argentina dice que aún faltan gestos de Lobo para eliminar a funcionarios golpistas y permitir que Manuel Zelaya regrese sin riesgos al país.
Sobre Irán, Clinton agradeció la posición de condena al régimen de Teherán y el reclamo de la Justicia argentina para que extraditen a funcionarios acusados de estar vinculados al atentado a la AMIA. Se comprometió también a enviar a la Argentina documentación del juicio a dos acusados de haber organizado un fallido atentado en el aeropuerto de Nueva York, uno de los cuales tuvo relación con uno de los iraníes acusados por la AMIA.
Hillary destacó la colaboración argentina en el control de proyectos nucleares pacíficos que serán tema de «serpeas nucleares» que se hará en Buenos Aires en noviembre próximo, asunto que trató ayer Timerman también en la Casa Blanca junto al asesor presidencial Gary Samoré.
Aquí, las principales expresiones de los funcionarios en la conferencia de prensa:
Timerman:
«Esperamos que el gesto de Santos y la recepción de Chávez conduzcan a una resolución positiva de algunos problemas que vienen de largo».
«Irán debe cooperar con la Justicia» y entregar a las personas acusadas.
«La Argentina no busca ninguna operación en Irán que no sea a través de la Justicia».
«La presencia de Kirchner en la cita de Santa Marta es producto de un trabajo muy importante que han desarrollado todos los países de América del Sur a través de la Unasur en la convicción de que se debe priorizar el diálogo y el trabajo conjunto, la aceptación de las diferentes filosofías de gobierno sin que esto signifique la interrupción del diálogo, y sobre todo el respeto a la soberanía de los países y a privilegiar la paz en la región».
Clinton:
«La Argentina y Estados Unidos cooperan estrechamente en la lucha contra el terrorismo. La Argen-tina ha sido víctima de ataques terroristas en su propio territorio y la apoyamos en su búsqueda de justicia por esos trágicos y deplorables actos».
«Esperamos que este gesto del presidente (Juan Manuel) Santos y la respuesta del presidente (Hugo) Chávez conduzcan a una resolución positiva de los desacuerdos de larga data».
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