20 de abril 2018 - 00:00

Díaz-Canel prometió en su debut la “defensa de la Revolución”

El nuevo presidente se mostró como un seguidor disciplinado de su mentor, Raúl Castro. A la ratificación del modelo de partido único sumó el objetivo de acelerar las reformas económicas.

Heredero. Raúl Castro bendice a Miguel Díaz-Canel. “Es el único sobreviviente del grupo de jóvenes que preparamos para la sucesión”, recordó.
Heredero. Raúl Castro bendice a Miguel Díaz-Canel. “Es el único sobreviviente del grupo de jóvenes que preparamos para la sucesión”, recordó.
La Habana - Miguel Díaz-Canel se convirtió ayer en el nuevo presidente de Cuba, poniendo fin a casi seis décadas de gobiernos de los hermanos Castro, con la promesa de mantener viva la Revolución socialista de 1959 pero también de modernizar la economía.

En su primer discurso como gobernante ante la Asamblea Nacional, Díaz-Canel, un ingeniero que hoy cumplirá 58 años, aseguró que Cuba seguirá siendo "verdeolivo", y que tendrá a Raúl como guía, en una señal hacia el ala dura de militares históricos, más reacia a sacrificar el legado socialista.

"El mandato dado por el pueblo a esta legislatura es dar continuidad a la Revolución Cubana en un momento histórico crucial, que estará marcado por todo lo que debemos avanzar en la actualización del modelo económico", dijo tras conocer el resultado de la votación en el Parlamento. "Esta legislatura defenderá la Revolución y continuará el perfeccionamiento del socialismo", enfatizó.

"A los que, por ignorancia o mala fe, dudan del compromiso de las generaciones que hoy asumimos nuevas responsabilidades en el Estado cubano, tenemos el deber de decirles con claridad que la Revolución sigue y seguirá viva", enfatizó.

"Afuera hay un mundo que nos mira con más interrogantes que certezas. Por demasiado tiempo y de las peores maneras ha recibido el mensaje equivocado de que la Revolución termina con sus guerrilleros", dijo el mandatario.

"Seremos fieles al legado de Fidel Castro, líder histórico de la Revolución, y también al ejemplo, valor y enseñanzas de Raúl Castro, líder actual del proceso revolucionario", señaló en otra señal de continuidad. Su antecesor, aseguró, "encabezará las decisiones de mayor trascendencia", dando por sentado que mantendrá un poder en las sombras.

El cambio de mando fue sencillo, sin pompas, pero muy aplaudido. Tras alzar el brazo izquierdo de su sucesor, Raúl Castro dejó su asiento en la mesa principal del Palacio de las Convenciones de La Habana, el que fue inmediatamente ocupado por Díaz-Canel. Al lado permaneció la silla vacía de Fidel Castro, fallecido en 2016.

Con él fueron elegidos también los demás miembros del Consejo de Estado: el primer vicepresidente -el sindicalista afrocubano Salvador Valdés de 72 años-, cinco vicepresidentes, un secretario y 23 miembros. Los nuevos ministros se conocerán a mediados de año.

El nombramiento fue saludado por sus aliados de China, Xi Jinping; Rusia, Vladímir Putin; Venezuela, Nicolás Maduro; y Bolivia, Evo Morales. Pero también por México, Panamá, España y Reino Unido.

En la clausura, Raúl Castro dejó en claro que la elección de su sucesor "no es casualidad, sino que se previó. Dentro de un conjunto, el mejor según nuestra modesta opinión y del Partido, ha sido el compañero Díaz-Canel", añadió.

El general de 86 años recordó que el PCC preparó "a una docena de jóvenes, la mayoría de los cuales llegaron al buró político, pero no logramos materializar su preparación". Díaz-Canel "fue el único sobreviviente de ese grupo", en el que varios terminaron defenestrados por falta de apego a la ortodoxia..

El nuevo jefe de Estado tendrá que mantener el equilibrio entre la reforma y el respeto a los principios revolucionarios, pero deberá esforzarse por actualizar el modelo económico, un proyecto iniciado por Raúl.

A nivel diplomático, lidiará con el recrudecimiento del bloqueo que Estados Unidos le aplica desde 1962. Este endureció con la llegada de Donald Trump al poder, quien dio marcha atrás al acercamiento de fines de 2014.

Para Díaz-Canel, con la continuidad de la revolución "será como enfrentaremos las amenazas del poderoso vecino imperialista, aquí no hay espacio para una transición que desconozca o destruya el legado de tantos años de lucha".

En el plano económico, la tarea más urgente es la unificación de las dos monedas nacionales que circulan en el mercado, además de la eliminación de tasas de cambio preferenciales para empresas estatales -mayoría en la isla-, lo que genera distorsiones en una economía.

Primer vicepresidente desde 2013, este ingeniero electrónico canoso y amante de Los Beatles escaló discretamente en la línea de mando, respetando los caminos establecidos dentro del PCC.

Recordado por ser un dirigente que andaba en short y bicicleta, supo darse una imagen más fresca y moderna, abogando por el desarrollo de internet en la isla y de una prensa más crítica. Sin embargo, ha sido severo contra los opositores o los diplomáticos propensos a criticar públicamente al régimen.

Será el primer líder cubano nacido después de la revolución de 1959 y tendrá que forjar una legitimidad propia, a la vez que enfrentar los signos de descontento de la población.

Raúl sucedió en el poder a su hermano Fidel en 2006, cuando éste se enfermó (murió luego en 2016). Inició una serie de reformas impensadas para su economía de modelo soviético, como la apertura a inversiones extranjeras y a la generación de negocios propios, a la par de un histórico acercamiento con Estados Unidos, su enemigo de la Guerra Fría.

Pero según analistas, los cambios han sido tímidos y no han conseguido reactivar una economía altamente dependiente de las importaciones y de su aliada Venezuela, sumida en una crisis. Díaz-Canel insistió en la consigna de que habrá que "cambiar todo lo que tenga que ser cambiado".

"El modelo de gobierno de los Castro probablemente pasará por una transición generacional y quizás adoptará un estilo de liderazgo más institucional y burocrático que carismático y personal como el que estableció Fidel y reformuló Raúl", consideró Jorge Duany, director del Instituto Cubano de Investigación de la Universidad de Florida.

Agencia AFP,DPA y Reuters

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