11 de agosto 2010 - 00:00

Echan a jefe de la Marina uruguaya

Luis Rosadilla
Luis Rosadilla
Montevideo - El jefe de la Armada uruguaya, Oscar Debali, renunció el lunes por la noche a su cargo, como consecuencia de una escalada de corrupción que comenzó a ser develada hace tres semanas, y que dejó expuestas prácticas fraudulentas generalizadas.

El marino presentó su renuncia ante José Mujica y el ministro de Defensa, Luis Rosadilla, después de conocer que un sobrino suyo, miembro de la Armada, está siendo procesado por peculado. Según confirmó en tensa rueda de prensa Rosadilla, la dimisión fue ayer aceptada personalmente por Mujica.

«Ni el presidente ni el ministro ponen en duda la honorabilidad del almirante Debali. Comprendemos su situación sin que afecte la consideración que tenemos por su labor», dijo el ex tupamaro Rosadilla antes de apuntar que el puesto de jefe de la Armada recaerá interinamente en el contraalmirante Hugo Viglieti.

Rosadilla señaló que ese cambio no será el último que se produzca en la Armada en los próximos días en relación con los casos de corrupción.

Los primeros indicios de corrupción generalizada en la Armada se hicieron públicos el 20 de julio, cuando se reveló que cuatro oficiales habían sido separados de sus cargos por la compra inexistente de una grúa y un banco de pruebas por más de u$s 500 mil. Uno de ellos era el agregado militar de Uruguay en Brasil.

Según investigaciones realizadas a raíz de una denuncia anónima, la jueza especializada en crimen organizado Graciela Gatti reveló la existencia de una red de compras falsas de material en la Armada, entre irregularidades de todo tipo en las que incurría el personal naval de forma sistemática.

Posteriores investigaciones destaparon también otros delitos, por los que fue enviado a prisión un capitán de navío acusado de apropiarse de forma fraudulenta de cupones de combustible.

Rosadilla afirmó que es la intención del Gobierno y de las propias Fuerzas Armadas eliminar todos los casos de este tipo, por lo que ya ordenó a todas las dependencias militares que entreguen información a la Justicia.

«Aquí no va a haber resistencias, el que se resista va a tener que rajarse», afirmó tajantemente el funcionario.

El ministro, un ex guerrillero que enfrentó con las armas a los militares antes y durante la dictadura que gobernó el país entre 1973 y 1985, reconoció que sin dudas los escándalos tendrán un impacto negativo en la institución.

«El problema no es que se investigue, que se conozca, que se juzgue, que se separe, que se sancione».

Asimismo, Rosadilla negó que se esté haciendo una depuración de la Armada. Este escándalo y la crisis por la mala situación de las cárceles del país han sido dos de los mayores dolores de cabeza del presidente Mujica desde que asumió el mando el pasado 1 de marzo.

Sin embargo, y hasta el momento, todas las decisiones de Rosadilla respecto de este tema fueron consultadas con la oposición.

Agencias EFE y ANSA

Dejá tu comentario