23 de noviembre 2011 - 00:00

El fantasma de la Zanja

Vuela Rapuzzi. El wing de Duendes interceptó una pelota y selló el triunfo verdulero ante SIC en Boulogne.
Vuela Rapuzzi. El wing de Duendes interceptó una pelota y selló el triunfo verdulero ante SIC en Boulogne.
Si bien en esta oportunidad a los rosarinos le costó doblegar al campeón de la Unión de Rugby de Buenos Aires, quien lo tuvo a maltraer durante todo el primer tiempo, en el complemento pudo ajustar algunos detalles que le permitieron imponer sus condiciones, cerrarle los caminos al rival (no sumó puntos en ese período) y elaborar dos jugadas de contra letales (tries de Basso y Rapuzzi). Esas virtudes fueron las que catapultaron al Verdulero al éxito, merecido por cierto, en la calurosa tarde sanisidrense.

Es una alegría muy grande demostrar que lo que se dio el año pasado no fue casualidad. Si bien el primer escollo era el San Isidro Club, nuestro objetivo es ser campeones nacionales desde el primer momento en que ingresamos al torneo, resumió José Basso tras la semi en la que el conjunto rosarino no dejó dudas.

Tuvo acción y reacción para revertir la adversidad que se le había presentado (perdía 17-6) a partir de una soberbia defensa.

De esta manera Duendes se metió a su quinta final en el Nacional de Clubes, donde buscará levantar la copa por tercera vez en su historia.

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