En el comunicado conjunto los presidentes y jefes de Estado prometieron intensificar la gestión de fronteras, atacar las fuentes de financiación de las redes terroristas y mejorar su cooperación en la seguridad aérea.
Pero, al margen de esta declaración, el presidente ruso, Vladímir Putin, destacó, en una conferencia de prensa poco antes de abandonar la cumbre, que la financiación del yihadismo "proviene de 40 países, entre ellos varios miembros del G-20", y, aunque no dio más detalles al respecto, parecía referirse a Arabia Saudita o la propia Turquía, acusados en el pasado de complicidad con los yihadistas.
Resaltó además que, tras negarse a cooperar con Rusia en la lucha contra el extremismo en Siria, todos los países, incluido EE.UU., se están concienciando ahora de que al terrorismo sólo se le puede combatir entre todos los países.
En cuanto a la crisis de los refugiados, el G-20 hizo un llamamiento a compartir esa carga entre todos los países. "Tenemos que recordar que muchos de los refugiados son víctimas del terrorismo, por eso huyen. Cerrarles la puerta en sus caras sería una traición a nuestros valores", manifestó el presidente estadounidense, Barack Obama.
En cuanto a lo económico, las reformas aprobadas ayer favorecen la transparencia fiscal y pretenden dificultar la ingeniería impositiva de las grandes compañías, mientras que la regulación bancaria se diseñó para evitar futuros rescates de la gran banca con dinero público.
Agencias EFE y AFP |
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