28 de diciembre 2010 - 00:00

El manejo de la Justicia aleja a los inversores

Moscú - Tras el veredicto que declara culpable de malversación de fondos al ex magnate Mijaíl Jodorkovski, la Justicia rusa vuelve a quedar en el ojo del huracán. Y es que para asociaciones como Amnistía Internacional, en Rusia «el poder está por encima del derecho».

Jodorkovski recibió, sin embargo, prácticamente sin inmutarse la sentencia dictada por el juez Viktor Danilkin. Como en ocasiones anteriores, el que fue presidente del grupo petrolero Yukos compareció ante el tribunal tras los cristales de la «pecera» de la sala, aislado de sus abogados y familiares.

Cientos de personas se manifestaban entretanto ante el tribunal pidiendo la libertad del acusado, uno de los principales críticos con el Kremlin. «Cada uno de nosotros puede convertirse en un Jodorkovski», rezaban las pancartas que portaban los manifestantes, varios de los cuales fueron detenidos por la Policía.

Según los observadores, los procesos políticos están a la orden del día en Rusia, y a esta categoría pertenecería también el de Jodorkovski y su socio de negocios, Platon Lebedev. De hecho, expertos jurídicos han calificado de absurdos los delitos que se les imputan: malversación de 218 millones de toneladas de petróleo y lavado de dinero.

Al primer ministro, Vladimir Putin, se le achaca con frecuencia la instrumentalización de jueces y fiscales. Recientemente el ex presidente reclamó en directo por televisión una nueva condena para Jodorkovski, considerado como uno de sus más acérrimos enemigos.

Los analistas están seguros de que en 2003, el entonces líder del Kremlin escenificó el encarcelamiento del presidente de Yukos para disuadir a los «oligarcas» de posibles incursiones en la política.

Según los partidarios de Jodorkovski -que en la actualidad cumple una condena de ocho años por lavado de dinero- ahora el objetivo de Putin es mantenerlo fuera de juego de cara a las elecciones presidenciales de 2012. Y podría conseguirlo si se cumple el pedido de la fiscalía, que reclama su encarcelamiento hasta 2017.

Pero, como aseguraba hace poco el diario Vedomosti, Jodorkovski puede convertirse en un lastre para el actual presidente, Dmitri Medvédev, y su objetivo de modernizar el país. El sucesor de Putin se ha planteado, entre otras cosas, luchar contra la corrupción. Pero, según la oposición, por el momento a sus palabras no les ha seguido ningún hecho.

Disuasión

Por otro lado, se teme que la sentencia de ayer se convierta en un elemento de disuasión para posibles inversores en la maltrecha industria rusa, que precisa tanto de «know how» como de capital occidental.

Ante los pedidos de un posible indulto, Medvedev respondió que, legalmente, el acusado tendría que reconocer primero su culpa para que se concediera. Y aunque el propio acusado rechaza esa medida, como le recordaron desde la oposición al presidente, las leyes pueden modificarse.

Lejos de estar cerca del indulto, por lo que se rumorea en Moscú, lo que parece avecinársele a Jodorkovski es incluso un tercer proceso. Y es que Putin ha relacionado con frecuencia a Jodorkovski con asesinatos por encargo.

Agencia DPA

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