18 de octubre 2017 - 00:00

El “zar”antidrogas de Trump renunció sin asumir (favoreció a fabricantes de opiáceos)

Una investigación de The Washington Post reveló que el legislador cobró u$s100 mil de las farmacéuticas. EE.UU. enfrenta una epidemia de sobredosis por analgésicos.

Washington - El presidente Donald Trump anunció ayer que el congresista republicano Tom Marino, a quien había elegido como su zar antidrogas, retiró su postulación para el cargo. ¿El motivo? Una investigación periodística reveló que tuvo un papel clave en el Congreso para promulgar una ley que acabó minando el trabajo de la DEA para perseguir a los fabricantes y distribuidores de opiáceos.

"El representante Tom Marino me informó que está retirando su nombre de la consideración de zar antidrogas", escribió el mandatario en su cuenta de la red social Twitter. "¡Tom es un buen hombre y un gran congresista!", subrayó sobre quien había propuesto en septiembre para que dirija la Oficina Nacional para Control de Drogas y cuya ratificación estaba todavía pendiente de la aprobación en el Senado.

El mandatario había asegurado el lunes que iba a "darle una mirada" a la nominación de Marino, representante por Pensilvania, luego de la publicación del artículo que ponía en duda su gestión. De acuerdo con la investigación del diario The Washington Post y el programa 60 Minutos de CBS, el funcionario fue el principal promotor de una normativa que dificulta a la DEA vigilar a las compañías sospechosas de ser parte del problema de la epidemia de narcóticos recetados. La investigación reveló, entre otras cosas, que Marino recibió casi 100.000 dólares de la industria farmacéutica mientras patrocinaba el proyecto de ley.

En promedio, 142 personas mueren por día en Estados Unidos por sobredosis de analgésicos y opiáceos recetados como Oxicontin o Vicodin, de acuerdo un informe publicado en julio por la comisión creada por Trump para combatir la epidemia de esos narcóticos.

El grupo, liderado por el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, subrayó que el número de muertes supera a las provocadas por armas de fuego o accidentes de tránsito y que es "igual a un 11 de septiembre cada tres semanas", en referencia a los atentados de 2001 en los que murieron 3.016 personas. Además, reveló que muchos de los adictos se vuelcan luego al consumo de heroína, ya que es más barata.

Por su parte, el vicefiscal general, Rod Rosenstein, afirmó que, si es necesario, se revisará la "Ley Marino". "Tenemos que ver qué herramientas tiene la DEA y si comprobamos que no tiene las suficientes les proveeremos con más", indicó Rosenstein, quien eludió señalar a las farmacéuticas como principal responsables de la crisis.

Agencias ANSA, EFE


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