14 de agosto 2018 - 00:00

Es tiempo de asustarse

Es tiempo de asustarse
Asustarse, sí. Perder la cabeza, no. El Merval quedó ayer en u$s854,5, esto es, un nivel que superó por primera vez el 1 de noviembre de 1991, ¡hace casi 27 años!, una pérdida de 45,2% en el año, 9,15% desde que Cambiemos ganara las elecciones, 23,68% abajo desde que "Toto" Caputo se alzara con la presidencia de Banco Central y 16,37% desde la semi-recalificación a emergentes. La excusa esta vez: la devaluación de la lira turca; la estrategia: no hablar de los problemas reales de nuestra economía y mercado, no sea que se moleste "al soberano", se devele su desnudez y nos veamos ante el abismo. Lo hemos dicho innumerables veces, los factores que mueven al mercado financiero son incontables, tantos al menos como las personas (y ahora robots) que participan de él. Esto significa que lo que está sucediendo en nuestra plaza incluye los sucesos de Turquía, pero no los hace principales ni excluye a otros. Si Turquía nos pega, es simplemente porque nuestra plaza es muy frágil y esa fragilidad es responsabilidad local, específicamente del gobierno y los capitostes del sistema. ¿Qué es lo que sucede? Fácil, no se confía en el futuro argentino y los inversores compensan exigiendo retornos mayores. ¿Por qué? Porque el gobierno y los capitostes no han logrado generar confianza. A esto sumamos los gacetilleros y vendehúmos que con su constante cambio de pretextos para explicar lo que no se atreven desconocen o "cobran por", y que ahora tratan inútilmente de calmar las aguas diciendo que no hay que asustarse, que las nuevas medidas del Gobierno cambiando para que nadie cambie son las correctas, etc., etc., lo único que logran es perder credibilidad. El problema es que son la cara visible y en algún caso oficial "del sistema", y su pérdida de credibilidad -en tiempos de crisis los cobardes se aglutinan y sus seguidores virtuales y los halagos de sus devotos crecen- es la de todo el mercado, demorando la corrección de lo que hace falta y retroalimentando la propia fragilidad llevándonos a una salida más traumática. Ojalá nos equivoquemos. Tras ceder 3,95%, el Merval cerró 2,96% abajo en 26.061,96 puntos, alcanzando $1.031 millones operados (15% más que el viernes, 24% arriba del diario del año y máximo desde el 2 de julio; con 23 alzas, 6 papeles sin cambio y 58 mermas). Lo peor, Ternium (-7,45%), el Supervielle (-6,98%) y Mirgor (-6,85%). Lo mejor Telecom (3,08%), Petrobras (2,16%) y Tenaris (1,02%).

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