Evo Morales logró firmar un principio de acuerdo de paz

Fuerzas militares se apostaron ayer masivamente en Cobija, la capital del departamento boliviano de Pando, antes de proceder a la detención del prefecto local, el conservador Leopoldo Fernández. Sigue la preocupaciòn.

La Paz (EFE, Reuters, AFP, ANSA, DPA) - El Ejército de Bolivia detuvo ayer al prefecto (gobernador) de Pando, el opositor Leopoldo Fernández, por desacato al estado de sitio, lo que provocó inicialmente la interrupción de las negociaciones entre el gobierno de Evo Morales y sus oponentes y agravó la tensión en el país. Sin embargo, anoche la situación tuvo un cambio radical, cuando el prefecto de Tarija, Mario Cossío, firmó el documento de condiciones para que el gobierno y la oposición empiecen el jueves a dialogar sobre los cambios constitucionales pendientes.

Cossío firmó el documento tras informar a sus pares de Santa Cruz, Beni y Chuquisaca el contenido del documento que terminó de negociar por la mañana y que los representantes del gobierno habían firmado al mediodía. Antes de firmar el documento y en presencia del cardenal Julio Terrazas, Cossío explicó el contenido del acuerdo y dijo que anoche mismo viajaría a La Paz para entregarle el documento al gobierno y pedir la firma del presidente Evo Morales.

Aprobación

El vicepresidente, Alvaro García Linera, anunció por la tarde que el documento ya había sido aprobado por el gobierno y que Morales le había entregado a Cossío al mediodía una copia firmada por dos ministros. García Linera anunció también que el gobierno está dispuesto a iniciar el diálogo apenas los prefectos opositores firmen el preacuerdo.

La agenda comprende los dos temas centrales del diferendo que mantienen el gobierno y la oposición: distribución de los ingresos sobre hidrocarburos y autonomías departamentales. Para tratarla se instalarán tres mesas de trabajo.

Entretanto, el gobierno postergarápor un mes la convocatoriaa referendo sobre la nueva Constitución y los opositores suspenderán las medidas de presión.

El cardenal Terrazas, presente en el acto, dijo que «la firma del documento y el compromiso deben complementarse con la voluntad del corazón» para cumplir los acuerdos.

Poco antes, el gobierno había convocado a iniciar el diálogo y le había pedido a los prefectos opositores, que interrumpieron las conversaciones tras el arresto del gobernador de Pando, que «no se involucren en encubrir la masacre» ocurrida el jueves en ese departamento.

Cossío, horas antes de firmar el acuerdo, había asegurado que el diálogo entre la oposición y el gobierno «agonizaba» tras el arresto de su colega de Pando, Leopoldo Fernández, de quien pidió su liberación. Fernández fue detenido en la mañana en Cobija, capital de Pando, bajo el cargo de infringir el estado de sitio que dictó Morales por la situación de violencia que se generó el jueves en ese departamento, cuya responsabilidad el gobierno nacional atribuye a las autoridades locales.

El viernes pasado, tras dictar el estado de sitio en Pando, el gobierno había ordenado la captura de Fernández, a quien acusó de haber contratado a sicarios para emboscar a un grupo de campesinos oficialistas que se movilizaban por una ruta a unos 30 kilómetros de Cobija. La acción dejó 30 muertos, 37 heridos y 106 desaparecidos.

Condena

Fernández enfrenta una posible condena de hasta 30 años de cárcel sin derecho a indulto, dijo a periodistas el ministro de Defensa Legal, Héctor Arce, al reiterar que el gobierno lo considera responsable directo de la emboscada a la caravana campesina.

Pando, junto a los departamentos opositores orientales de Beni y Santa Cruz y el sureño Tarija, es escenario constante de manifestaciones en contra de la nueva Constitución de base socialistaindigenista que el mandatario quiere someter a referendo. La carta magna profundizaría la nacionalización de la economía, daría más poder a la mayoría indígena y aceleraría una reforma agraria que afectaría a los terratenientes del Oriente del país.

El gobierno había iniciado el viernes pasado conversaciones con la oposición para llegar a un acuerdo que permita abrir un diálogo que frene la ola de violencia, que incluyó bloqueos de rutas, saqueos y tomas de oficinas estatales y gasoductos.