Historias similares se vieron en Carboclor e Indupa. La primera petroquímica duplicó su valor en apenas 20 días y ayer tuvo su primer gran caída, del 13%. La segunda, que había acumulado un avance del 58%, se desplomó sólo ayer casi un 10%. En el mercado ya habían advertido sobre los riesgos de una incipiente burbuja que había empezado a gestarse en el panel general, por el fuerte ingreso de dólares financieros que busca buenos retornos en los activos argentinos. Como la cantidad de acciones es limitada, cuando se considera que los precios de las líderes alcanzaron un techo los inversores terminan volcándose sobre los papeles olvidados del panel general. En la Bolsa porteña, el volumen promedio en acciones alcanzó los $370 millones en los últimos treinta días y se disparó así un 80% de un mes a otro.
Las acciones del mercado local se nutren en estas semanas del dinero de inversores que buscan obtener retornos que ya no se consiguen en el sistema financiero ni en el mercado cambiario. Pero también, especialmente, de las divisas que entran al país tentadas por los buenos rendimientos de la plaza local, en un mundo de bajas tasas, y en estos días por el inminente blanqueo de capitales: en el primer semestre de 2016, los inversores no residentes ingresaron al país más de u$s2.100 millones: u$s800 millones buscaron posicionarse en alguna alternativa del mercado de capitales, como acciones locales o títulos de deuda (entre ellos, Lebac), y otros u$s1.300 millones se colocaron, a largo plazo, en algún activo de la economía real (como "inversión extranjera directa").
I. O. D. |
Dejá tu comentario