- ámbito
- Edición Impresa
Hace reír, pero lo importante es su crítica a la clase media
La pieza en verso de Gonzalo Demaría es una hilarante comedia negra que deja entrever rasgos oscuros que esconden sus protagonistas, como la xenofobia, el clasismo y el afán de aparentar.

ELENCO. Son magníficas las actuaciones de Paola Barrientos, Alejandra Flechner, Eugenia Guerty y Susana Pampín, en una comedia que devela poco a poco sus misterios sin recortarse nunca en sketchs.
En su afán de juzgar a la supuesta culpable (de origen paraguayo) recurren a distintos procedimientos que sólo las llevan a humillarse mutuamente, echándose en cara los secretos más vergonzosos.
El público ríe de principio a fin con las ironías y exabruptos del texto y la franca comicidad de las protagonistas. Pero no se trata de un mero divertimento; por debajo de los chistes y pasos de comedia corre un subtexto dramático que emerge despiadado como la punta de un iceberg y deja entrever ciertos rasgos oscuros de la clase media argentina como la xenofobia, el clasismo y el afán de aparentar.
La puesta de Ciro Zorzoli denota un trabajo minucioso, casi de relojería. Cada gesto, movimiento y mirada ha sido valorizado al máximo, como también se percibe en las intérpretes una gran interconexión y pleno dominio del espacio. De esa labor conjunta entre el director y las actrices surge la fuerza arrasadora de esta comedia que devela poco a poco sus misterios sin recortarse nunca en sketchs.
Magníficas actuaciones de Paola Barrientos, como la impasible y alcohólica Zulma; Alejandra Flechner, como Martita, una mujer que transforma sus heridas en odio; Eugenia Guerty, en el rol de Estela, una docente con ínfulas de erudita y Susana Pampín, como la delirante y nada inocente dueña de casa Raquel.
El vestuario, pelucas y maquillaje realzan el perfil retro de estos coquetos monstruos femeninos, así como el primoroso living revela, a medida que avanza la acción, el sentido oculto de ciertas figuras y objetos.
Dejá tu comentario