Los incidentes comenzaron por la mañana, cuando algunos de los 500 refugiados e inmigrantes apiñados junto a la barrera fronteriza para reclamar su apertura intentaron forzar la alambrada, y lanzaron piedras contra los agentes macedonios. Éstos a su vez respondieron con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas aturdidoras.
"Unas 200 personas fueron socorridas por nuestra unidad médica por problemas respiratorios, 30 por heridas causadas por balas de plástico y 30 por otras lesiones", dijo Achilleas Tzemos, responsable de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el campamento de Idomeni. Poco después la ONG informó que al menos tres niños menores de 10 años tenían heridas de balas de goma en sus cabezas.
En el campamento, decenas de migrantes se desmayaron, agregaron testigos. Todos los heridos fueron auxiliados por unidades médicas de las asociaciones civiles presentes en la frontera donde, desde hace un mes y medio, 11.000 personas acampan en condiciones miserables esperando su apertura.
La Policía macedonia negó, por su parte, haber utilizado balas de plástico. "Empleamos productos químicos autorizados y ningún tipo de bala", declaró Liza Bendvska, vocera de la Policía macedonia.
No obstante, el portavoz del servicio griego de coordinación de la crisis migratoria, Giorgos Kyritsis, denunció el uso "peligroso y condenable" de "balas de goma, gases lacrimógenos y granadas aturdidoras"·
Este es el tercer incidente de en Idomeni desde el cierre total de la frontera. A finales de febrero, la Policía reprimió un primer intento de paso forzado y el 15 de marzo cientos de refugiados lograron entrar a Macedonia por un río, pero fueron enviados de vuelta a Grecia.
| Agencia AFP y Ámbito Financiero |
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