«La Argentina tiene un problema de insolvencia fiscal temporal». La afirmación le pertenece al economista Miguel Ángel Broda, presidente de la Fundación Gobierno y Sociedad, quien alertó por el exceso del gasto público. Tras disertar en la celebración por el Día de la Exportación, organizada por la Cámara de Exportadores de la República Argentina (CERA), el economista dialogó con este diario sobre los avatares de la economía local, algo que no pudo hacer en su exposición. Cuando mencionó la situación actual en su discurso, el economista enseguida se corrigió y con humor dejó al descubierto la razón por la que evadía ahondar en la coyuntura local: «No hablo más de la Argentina porque si no Enrique Mantilla (presidente de la CERA) me mira mal».
Ya más relajado, al concluir el evento, se refirió al proyecto de ley del 82% móvil para jubilaciones. «Carece de sustentabilidad, pareciera que la oposición busca poner palos en la rueda», comenzó. Dijo que no hay suficiente dinero para financiar esta iniciativa ya que «el país hoy se financia pidiendo prestado al Banco Nación, usando parte de los fondos de solidaridad de la ANSES y fundamentalmente el 80% del agujero de la Argentina lo solventa el Banco Central, transfiriendo sus reservas y dándole a la maquinita».
A continuación, las frases más salientes de Broda.
La Argentina no tiene acceso al mercado financiero internacional. Por otro lado, la baja tasa de interés internacional generó un aumento del ahorro, pero los argentinos no confían en el Gobierno y por eso no invierten en el país.
Estamos debatiendo un aumento en las jubilaciones cuando en realidad la Argentina lo que debería aumentar es la edad mínima para jubilarse.
Hay exceso de gasto público. Entre el fútbol para todos, la publicidad y los planes sociales, el gasto se ubica hoy en el orden del 25%.
No sé si el año que viene tendremos un programa monetario. La elección presidencial y la necesidad de recursos por parte del Estado aumentará, lo que a la vez generará tasas de expansión de la base monetaria mayores que las de 2010.
La Argentina tuvo en el segundo trimestre un crecimiento récord de alrededor del 11% anualizado. La economía local se está recalentando y se necesitan políticas menos expansivas.
La inflación este año estará cercana al 25% anual. Si continúa subiendo el gasto público se emitirá más y habrá más inflación. Pero no hay riesgo de espiralización inflacionaria como la que hubo en otras épocas.
Este año los consumidores se lanzaron a comprar bienes de consumo. Este fenómeno se debió a las políticas económicas dirigidas a bajar la tasa de ahorro. Pero este efecto no estará presente en 2011, por eso el crecimiento se desacelerará hasta para bajar al 4.5%.
El Gobierno no piensa a largo plazo. Hay que tomar medidas para evitar una próxima crisis económica ligera. Las importaciones están explotando, y no crecen más porque se están limitando.
La política cambiaria actual es bajísima. El dólar estará cercano a $ 4 o $ 4,15 hacia fin de año y alrededor de $ 4,30 en 2011.
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