- ámbito
- Edición Impresa
Kirchner sugestivo: Moyano es “capaz” de ser gobernador

Néstor Kirchner caminó ayer por un barrio de las afueras de La Plata, junto al intendente Pablo Bruera. Desde ahí envió un guiño a Hugo Moyano.
-Cada ciudadano, en democracia, puede hacer lo que quiera.
-¿Sería mejor candidato que Daniel Scioli? -insistió la cronista de la revista La Tecla.
-(risas).
Después, tironeado, sigue repartiendo besos y abrazos, y, atento a sus asesores, entra en las casas a repartir besos y promesas. «Néstor, familias... familias», le indican y, aplicado, el patagónico acata la indicación: franquea la puerta de una casa humilde.
Sugestivo, sobre Moyano, detonó una intriga semiológica: no deja claro si el «es capaz» refiere a la hipotética capacidad para ser gobernador o a la intrepidez del camionero para encarar empresas estrafalarias. Parece lo segundo: «Se ha animado a tantas cosas», dijo.
Ayer, este diario, relató la euforia del moyanismo frente a la pretensión de su jefe de elegir Buenos Aires como escenario político, con una eventual pretensión de ser gobernador como plan de máxima, y la intención de incidir en el PJ bonaerense como objetivo más accesible.
Salida fácil
Por radio, ayer, el camionero se hizo el distraído y redujo todo a la inventiva periodística. Una salida fácil. Pero, en paralelo, reforzó su pertenencia al peronismo de Buenos Aires -es el vice- y, en una crítica innominada, planteó que quedan «pocos peronistas de Perón».
«Hugo jugó bien con el Gobierno, es amigo: tiene derecho a querer ser una figura de peso en el peronismo. ¿Candidato? Falta tanto...», dijeron, ayer, en Casa Rosada. Razonamiento simple: ¿para qué, llegado el caso, Kirchner se opondría a una aspiración hoy abstracta?
Lo de Moyano, a pesar del atajo recurrente de imputar a la prensa, está en ebullición. Ayer, un dirigente de su extrema cercanía reforzó el planteo y dijo que «el proyecto Moyano», como candidato o como jefe político, fue imaginado hace dos años por el camionero.
De hecho, tiene en gateras el lanzamiento de un espacio político propio, el Movimiento de Reconstrucción Peronista (MRP), encarnación más palpable de su pretensión de iniciar el tránsito de lo sindical a lo político, espejado en la experiencia de Lula da Silva.
Es difícil, fuera del sindicalismo, encontrar voces que observen a Moyano como un potencial candidato. No han sido, los gremialistas, figuras con capacidad para imantar votos. Hay excepciones: Francisco «Barba» Gutiérrez, de la UOM, ganó en 2007 la intendencia de Quilmes.
Otro caso. Mario Secco, una rara avis -radical, del gremio municipal y ahora hiperkirchnerista-, gobierna Ensenada. Este año, de hecho, pero nunca en primeros planos, las listas del PJ oficial y del disidente están inundadas de gremialistas.
La contracara es Saúl Ubaldini: en 1991, el ex jefe de la CGT compitió por la gobernación bonaerense y colectó apenas el 2,7% de los votos.
Dejá tu comentario