14 de febrero 2013 - 00:00

La hora del cine chileno en el Festival de Berlín

Jeremy Irons en «Tren nocturno a Lisboa», film que decepcionó ayer en una Berlinale donde entre las pocas películas que despiertan pasiones en crítica, público y hasta el mercado está «Gloria», del chileno Sebastián Lelio.
Jeremy Irons en «Tren nocturno a Lisboa», film que decepcionó ayer en una Berlinale donde entre las pocas películas que despiertan pasiones en crítica, público y hasta el mercado está «Gloria», del chileno Sebastián Lelio.
Berlín- A medida que la Berlinale entra en su recta final, «Gloria», del chileno Sebastián Lelio, considerado el más serio aspirante al Oso de Oro del 63o. Festival de Berlín, fue vendido a casi todo el mundo, según informaron ayer «Screen International» y «Hollywood Reporter», dos de las más importantes publicaciones del negocio cinematográfico mundial.

«Funny Balloons», la agencia que tiene los derechos de venta para todo el mundo, informó a las dos publicaciones que el el cuarto largometraje de Lelio, que cuenta con Pablo Larraín («No», el film chileno candidato al Oscar en lengua no inglesa) entre sus productores, ya fue vendido en Estados Unidos a la Roadside Attractions por una cifra no declarada, pero que seguramente será importante, vista la cantidad de postulantes que pujaron hasta ayer.

Otros países que inmediatamente después de la proyección oficial, el domingo 10 de febrero, se precipitaron a comprar los derechos de distribución han sido Gran Bretaña, Benelux, Francia, Alemania, Austria, Suiza, España,la ex Yugoslavia, Grecia y Chipre, Brasil, Colombia y Ecuador.

Los demás territorios disponibles están siendo objeto de apretadas tratativas para un film que ha logrado juicios positivos tanto del público como de la crítica, superando a todos los demás aspirantes a los Osos de Oro y Plata que repartirá el 16 de febrero el jurado presidido por el cineasta chino Wong Kar Wai.

Además de los más que posibles premios a la película, todos predicen un Oso de Plata a la mejor actriz para la protagonista de «Gloria», Paulina García, seguida de cerca por la rumana Luminita Gheorghiu, madre dominadora de «Childs Pose» de Calin Peter Netzer. que también se perfila como una de las favoritas en la carrera por el Oso de Oro.

Por su parte, en la sección Panorama, las uruguayas Ana Guevara Pose y Leticia Jorge Romero tienen buenas perspectivas de alzarse con el premio a la mejor opera prima. Ambas recibieron cálidos aplausos al presentar «Tanta agua», un film de aparente sencillez que gira en torno a las primeras experiencias amorosas de una adolescente. Hubo críticos que dijeron que el film de las montevideanas les recordaba las obras del finlandés Aki Kaurismaki, ambientadas entre las clases medias del norte de Europa.

Fuera de la competencia, entre los estrenos mundiales más esperados, y por eso mismo más decepcionantes de la muestra, «Night Train to Lisbon», con un elenco encabezado por Jeremy Irons y dirección de Bille August («Pelle el conquistador», «La «La casa de los espíritus») dejó un sabor amargo ayer. «Tren nocturno a Lisboa» está basado en una novela del suizo Pascal Mercier que, desde su publicación en 2004, se convirtió en un éxito internacional. La historia gira en torno al viaje iniciático de un profesor de latín cuya vida cambia por completo gracias a un encuentro fortuito con una enigmática mujer.

Había mucha expectativa, sobre todo entre la crítica germanoparlante, por cómo el dos veces ganador de la Palma de Oro en Cannes trasladaría a la gran pantalla el espíritu filosófico del libro. Pero a su llegada a la conferencia rueda de prensa, se escuchó también algún abucheo entre los aplausos. Para muchos críticos, el film recuerda un poco a lo que le sucedió a August con «La casa de los espírutus», también basado en un best seller, esta vez de Isabel Allende. Aunque Irons convence encarnando al melancólico profesor, el conjunto apenas entretiene y le falta emoción. Tampoco ayuda que el reparto internacional -con la francesa Mélanie Laurent, los alemanes Bruno Ganz y Martina Gedeck y la británica Charlotte Rampling- hable en un artificial inglés con acento portugués, lo que da la sensación de estar viendo una película doblada.

Agencias DPA y AFP

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