6 de agosto 2009 - 00:00

La sequía cede, pero habrá heladas tardías

Tras la grave sequía, la campaña 2009/10 podría terminar con fuertes lluvias sobre el fin del verano y comienzo del otoño, que generarían excesos hídricos, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Tras la grave sequía, la campaña 2009/10 podría terminar con fuertes lluvias sobre el fin del verano y comienzo del otoño, que generarían excesos hídricos, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
 «El sector agropecuario atraviesa una situación que exige el máximo cuidado por parte de los productores en la toma de decisiones y en su puesta en práctica, ya que hoy se conjuga una difícil situación económica y política con una evolución sumamente perturbada por parte del clima», advirtió la Bolsa de Cereales de Buenos Aires en su último informe climático.

Cabe esperar que en lo que resta del invierno las precipitaciones avancen gradualmente hacia el oeste, hasta extenderse a la totalidad del área agrícola. No obstante, debe tenerse en cuenta que, aunque se esperan temperaturas promedio superiores a lo normal, debe contemplarse la posibilidad de que se produzcan heladas tardías. Asimismo, debe preverse que, si bien la evolución prevista irá reduciendo el área afectada por sequía, al mismo tiempo se incrementarán los riesgos de granizo, golpe de calor y anegamientos.

Exceso

Es posible que la campaña 2009/2010 termine con fuertes lluvias de fin de verano y comienzos de otoño, dejando como saldo un estado de excesos hídricos.

Este proceso podría complicar la recolección de los cultivos de verano, pero repondría eficazmente las reservas de humedad de los suelos, dando fin al prolongado lapso con sequía que viene desarrollándose desde hace dos años e iniciando un nuevo período con condiciones agroclimáticas mucho más favorables para el agro, afirmó la entidad porteña.

Cabe recordar que las campañas agrícolas 2007/2008 y 2008/2009 fueron afectadas por un prolongado episodio de La Niña, corriente del Pacífico que produjo precipitaciones inferiores a lo normal y temperaturas muy por encima del promedio, que incrementaron el consumo de humedad, dejando a los suelos desprovistos de agua.

Luego, la campaña 2009/2010 comenzó en un escenario de sequía generalizada; inicialmente pareció que el proceso de recarga de la humedad de los suelos iba a ser lento debido a dos causas que suelen actuar en situaciones como la presente: en primer lugar, El Niño, con efectos a partir del comienzo de la primavera, por lo que no cabe esperar precipitaciones superiores a lo normal durante este invierno; en segundo lugar, la estación que estamos atravesando es la menos lluviosa del año, de manera que es muy difícil que se produzcan precipitaciones suficientes para reponer el agua en el perfil de los suelos, explicó la entidad.

Sin embargo, el desarrollo del fenómeno está cumpliéndose a una velocidad superior a lo normal, a lo cual se suma un temprano calentamiento del Atlántico Sur, por lo cual puede suponerse que las lluvias se reactivarán antes de lo previsto, agregó la Bolsa.

Las áreas cercanas al litoral marítimo y fluvial fueron las primeras en recibir algunas precipitaciones significativas desde el comienzo del invierno, las cuales mejoraron considerablemente su situación hídrica. Sin embargo, las zonas situadas hacia el centro y el oeste del área agrícola tardarán un poco más en recibir precipitaciones significativas, por lo que seguirán sufriendo los efectos de la sequía.

Disparidad


Ayer la Bolsa informó que «las irregulares condiciones de humedad que registran los suelos llevaron en la última semana a un desarrollo desparejo del trigo del ciclo 2009/10». Los agricultores sembraron el 90,2% de los 2,75 millones de hectáreas previstos para el trigo de la campaña 2009/10, 4,1 puntos porcentuales más que la semana previa. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estimó que la cosecha argentina de trigo 2009/10 será de 9,5 millones de toneladas.

La Bolsa también informó sobre la situación difícil que atraviesa el girasol, cuya implantación se ve demorada por la falta de lluvias. «Hasta ayer los agricultores sembraron solamente el 0,5% de los 2,22 millones de hectáreas previstos para el girasol 2009/10, 1,5 punto porcentual menos que el nivel alcanzado el año pasado para esta fecha», finalizó la entidad. Aun así, el cultivo de la oleaginosa tendría una siembra mayor que la del año pasado.

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