Nueva York - El éxodo de grandes empresas occidentales de Rusia no se detiene debido a la invasión contra Ucrania, a despecho de las amenazas de Vladímir Putin de estatizar las plantas que queden inactivas. A la lista, que ya involucra a caso 300 compañías, se sumaron ayer la emisora de televisión Discovery y Universal Music Group, además de la cerveza Heineken.
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Las grandes empresas que dejaron el mercado ruso son ya casi 300
Moscú denuncia una “guerra económica” en su contra y amenaza con apropiarse de las instalaciones que queden sin uso. Se siente con fuerza la escasez de medicamentos. Turistas se quedan sin acceso a efectivo en varios países.
En tanto, las farmacias rusas se están quedando sin insulina y otros productos para la diabetes fabricados en el extranjero, informó ayer el diario ruso Kommersant.
La Agencia Federal Rusa de Supervisión Médica (Roszdravnadzor) y la asociación de farmacias atribuyeron la escasez de insulina a la “urgente demanda de los consumidores”.
En tanto, las sanciones occidentales impuestas a los bancos de Rusia están provocando que turistas de esa nacionalidad se quedan sin efectivo en varios países del mundo.
Heineken informó que detendrá la producción, publicidad y venta de su marca en Rusia, en apoyo al pueblo ucraniano y tras calificar la guerra como “un ataque no provocado y completamente injustificado”.
“Tomaremos medidas inmediatas para separar nuestro negocio ruso del negocio más amplio de Heineken para detener el flujo de dinero, regalías y dividendos fuera de Rusia”, dijo la empresa cervecera, que anteriormente había bloqueado todas las nuevas inversiones y exportaciones a ese país.
Discovery, por su parte, dijo en un breve comunicado que decidió “suspender la transmisión de sus canales y servicios en Rusia”, de manera indefinida y a partir a partir de ayer.
Universal Music Group informó, por su parte, que suspenderá todas sus operaciones y cerrará sus oficinas en Rusia con efecto inmediato.
Poco antes, Imperial Brands se había convertido en el primero de los llamados cuatro grandes productores de tabaco en detener todas las operaciones en Rusia, lo que incluye interrumpir la producción en su fábrica en Volgogrado y el cese de todas las actividades de ventas y marketing en el país.
Así estas empresas se suman a las las cerca de 300 compañías transnacionales –entre ellas las estadounidenses McDonald’s, Starbucks y Coca-Cola– que suspendieron sus operaciones en Rusia como represalia por la invasión. McDonald’s atendía hasta ahora en 850 locales que serán abandonados.
Asimismo, la fábrica de refrescos y alimentos Pepsico dijo que interrumpiría la venta de bebidas así como todas sus inversiones en Rusia, pero mantendría la comercialización de alimentos, especialmente lácteos.
Desde hace varios días, McDonald’s, Coca-Cola y Pepsico eran objeto de una campaña de boicot en las redes sociales por no suspender sus operaciones en Rusia.
Otras grandes cadenas estadounidenses, como Yum! Brands, KFC –ambas de comida rápida– y Pizza Hut anunciaron asimismo la suspensión de sus operaciones en Rusia y se comprometieron a entregar las utilidades de sus negocios en ese país a iniciativas humanitarias.
La gigante de tecnología informática IBM informó también que interrumpía sus actividades en Rusia, lo mismo que Amazon y Apple.
Otras grandes marcas que anunciaron su marcha son Toyota, Nike y la fabricante de muebles IKEA.
El inventario de empresas en éxodo elaborado por la Universidad de Yale no deja de crecer y su promotor, el profesor de gestión Jeffrey Sonnenfeld, subrayó el papel que dicha herramienta jugó en el caída del régimen racista del apartheid con la salida de 200 grandes grupos en Sudáfrica en la década de 1980.
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