11 de marzo 2011 - 00:00

LAS MIL CARTAS DEL CORONEL

  • Los viejos amigos de Occidente le dan la espalda, pero el coronel Muamar Gadafi responde con sus métodos, a veces brutales, otras bizarros, otras maquiavélicos, en todos los frentes.

  • A los militares que todavía le son leales los envía a combatir con los rebeldes con inusitada violencia, y logra un avance por momentos arrollador.

  • Al parecer, es parte de su estrategia de incendiar algunas de las instalaciones petroleras, tras lo cual, los medios del régimen responsabilizan a los insurgentes.

  • Desde el inicio de la crisis agita el fantasma de la escasez de petróleo y de Al Qaeda, dos ejes sensibles para EE.UU. y Europa.

  • Envía emisarios a Lisboa, Atenas, Bruselas y El Cairo en una gira infructuosa, pero que le sirve para embarullar el escenario diplomático.

  • Los rebeldes sostienen que el régimen está tomando presos a trabajadores africanos a los que pone ante una disyuntiva: o luchan contra los insurgentes o los envía en pequeñas embarcaciones de contrabando a Europa, con lo que agudiza el caos migratorio.

  • A los espectadores de la televisión estatal libia, en la que desde hace semanas suenan sin cesar canciones pro Gadafi, ayer les exhibía imágenes de discapacitados que habían accedido a automóviles nuevos. Los «beneficiarios» coreaban: «Alá, Muamar, Libia o nada».

  • Organiza una estrategia contra los «traidores». Ofreció una recompensa de u$s 395.000 por la captura del exministro de Justicia Mustafá Abdul Jalil, que ahora lidera el Gobierno de transición en Bengasi.

  • Para el caso de que nada de lo anterior funcione, Gadafi parece tener un plan B: huir al exilio. El diario Al Bayan, que se edita en Dubái, informó que el coronel negocia trasladarse a Chad o Níger. Otras versiones efímeras que tuvieron eco señalaron que había enviado emisarios a pedir un salvoconducto a los rebeldes, al tiempo que intensificaba los ataques.
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