Legislatura repartió predios (no a pobres)

El paquetazo de leyes que comenzó a sancionar la Legislatura porteña el lunes por la noche, en el tradicional combo findeañero, incluyó variadas picardías, pero además los diputados aprobaron algunas concesiones de tierras fiscales, aún en medio del escándalo por la ocupación del parque de Villa Soldati.

Lo que no logró el PRO en esa sesión, que continuará hoy, es conseguir los votos de mayoría especial para aprobar la renovación por veinte años de la cesión de un espacio del Parque Tres de Febrero (bosques de Palermo) para que siga con su actividad privada el conocido Club de Amigos, tradicionalmente frecuentado por políticos. Por eso el macrismo en una pirueta parlamentaria pidió el cuarto intermedio hasta hoy a fin de evitar que el proyecto presentado por Mauricio Macri termine archivado para este ciclo.

En cambio tuvo mejor suerte la asignación para el gremio de Luis Barrionuevo y para los escribanos de la Capital Federal, aunque los profesionales deberán esperar también a hoy para la aprobación que llegó el lunes a formar parte de un acuerdo de intercambio de votos. La iniciativa concede por 99 años un espacio bajo la Autopista 9 de Julio, entre las calles Aráoz de Lamadrid y avenida Suárez, «para la construcción a su cargo de un edificio con destino al Archivo de Protocolos Notariales del Colegio Público de Escribanos».

Otras concesiones

El otro proyecto benefició a la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) con «el uso gratuito por el término de veinte años del predio ubicado bajo la proyección de la Autopista 25 de Mayo, entre las calles Salta y Santiago del Estero». De hecho el sindicato de los gastronómicos ya está instalado en ese lugar. La nueva ley impone que «el predio debe ser destinado por la entidad beneficiaria a la práctica de actividades sociales, culturales y deportivas, ateniéndose en su uso a lo prescripto por la presente y a lo regulado por sus estatutos en relación a su condición de asociación gremial», pero además le otorga al sindicato la posibilidad de «realizar las mejoras necesarias para el mejor cumplimiento de sus fines».

Para más, una cláusula transitoria única establece que «la sesión dispuesta comienza a regir a partir de la sanción de la presente ley». Los gastronómicos ya usan ese predio y la concesión que tenían por cinco años se encontraba vencida.

No fueron las únicas picardías de los legisladores en la noche del lunes. Hubo proyectos de todo tipo, algunos con apariencia inocente pero que terminaron despertando sospechas. Por ejemplo un proyecto de educación ambiental que propuso la «incorporación de la educación para el tratamiento de los residuos sólidos urbanos en el sistema educativo formal», de autoría del legislador PRO, Bruno Screnci, contenía una cláusula transitoria que obligaba al Gobierno porteño a comprar para todos los vecinos de la ciudad de Buenos Aires las bolsas de residuos reciclables. Pero ese punto no obtuvo adhesiones.

Un nuevo registro

Otra iniciativa que ampara a artesanos, curiosamente promovida por el PRO, terminaba proponiendo la creación de un registro de armadores de puestos que llevaría el Ministerio de Espacio Público a cargo de Diego Santilli. Para el jefe del bloque peronista, Diego Kravetz, con ese registro se beneficiaría a empresas determinadas para el armado de las estructuras de venta. Tampoco contó con votos ese punto, que fue considerado una picardía.

La ley regula la actividad de venta de artesanías y manualidades en parques y plazas de la ciudad de Buenos Aires y «a los efectos del armado de las estructuras removibles de las ferias» crea la figura del «armador», es decir de quien se ocupe del «acarreo, armado, desarmado y conservación de las estructuras removibles». A partir de allí se abriría el «Registro Público de Armadores» que apunta a empresas inscriptas para la actividad hoy no regulada.

Los legisladores intentarán hoy seguir con el debate de las leyes que quedaron en suspenso y que integran el paquete de las denominadas «dos tercios», es decir, las normas que requieren de 40 de los 60 votos del recinto, número que el PRO no alcanza. Para lograr, por ejemplo, la renovación de la concesión a Barrionuevo hasta aportó votos la Coalición Cívica con la promesa de lograr la aprobación del predio para los Escribanos, que a su vez apoyará el bloque Proyecto Sur (Solanas), que se opuso fuertemente y consideró «un escándalo» la cesión al Club de Amigos a la que le faltó un voto.