El primer escándalo estalló ayer en el Festival de Cine de Venecia, dos días antes de la inauguración. Una publicidad de Julianne Moore para Bulgari fue considerada obscena por el alcalde Giorgio Orsoni, quien ordenó retirarla de la fachada del Palacio Ducal, en la Plaza San Marcos. En la gigantografía la actriz está cubierta mínimamente por una cartera y dos cachorros de león (símbolo de Venecia) en una pose considerada «inadecuada» por el alcalde. Bulgari había pagado 2,8 millones de euros de derechos. Todos los diarios se burlaron de Orsoni.
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