El discurso del Presidente ante la Asamblea Legislativa activó señales de reelección: ampliar base electoral de Cambiemos con agenda “progresista”, planchar sesiones y salir de nuevo a la calle con ministros y funcionarios.
La campaña presidencial 2019 ya está en marcha y Mauricio Macri va por la reelección. Mañana, el Consejo Nacional del PRO, con Marcos Peña, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta decretará el regreso de los timbreos. El Presidente junto a ministros y funcionarios nacionales retomarán esa práctica este sábado para revertir la caída de imagen del Gobierno nacional tras el affaire Jorge Triaca y la caótica sanción del nuevo cálculo jubilatorio.
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Ayer, ya en modo campaña, Rogelio Frigerio presentó en sociedad en la localidad cordobesa de Marcos Juárez a los cuatro candidatos de la Casa Rosada para la gobernación: Héctor Baldassi, Luis Juez y los radicales Mario Negri y Ramón Mestre. En Marcos Juárez se abrirá el calendario electoral con las elecciones municipales del 9 de septiembre, primer desafío proselitista del oficialismo.
El jefe de Gabinete de ministros es el encargado de contagiar optimismo con arengas de campaña ante sus subordinados. Minimiza la caída de imagen del Presidente en las encuestas e insiste en que Cambiemos tiene en sus filas a las figuras de la política con mayor aceptación social: Vidal y Elisa Carrió. Peña además se ilusiona con otro dato. Cristina de Kirchner no crece y el peronismo no llegará a fin de año con un candidato/a presidencial competitivo. Incluso se ilusionan con el regreso de Florencio Randazzo, en sociedad con Sergio Massa, como contrapeso del kirchnerismo residual y garantía de fractura expuesta del pan peronismo en las elecciones del próximo año.
En la Casa Rosada se relamen aún más con el escenario bonaerense. Martín Insaurralde habría dejado trascender que no será candidato a gobernador para evitar enfrentar a Vidal. Nadie en el PJ bonaerense aspira a cumplir ese rol testimonial. Tampoco Massa, quien aún no solucionó su propia interna en Tigre donde ahora manda Julio Zamora. Para plantarse ante una eventual reelección de Vidal sólo dan señales de valentía Diego Bossio, Daniel Arroyo o Eduardo "Bali" Bucca.
El discurso de Macri del 1 de marzo ante la Asamblea Legislativa descolocó al peronismo, y aún más al kirchnerismo. El Presidente dio ante el pleno de diputados y senadores la señal de largada de la campaña presidencial. Por primera vez se olvidó de la pesada herencia y le habló a una electorado huérfano que no pertenece a la media de Cambiemos. Aborto, educación sexual en las escuelas, accidentes de tránsito y hasta obesidad infantil fueron mensajes apuntados a pescar en la pecera de los votos "progresistas".
El Poder Ejecutivo Nacional todavía intenta sacarse de encima las esquirlas de la reforma jubilatoria y el affaire Triaca que obligó a sobreactuar políticamente al Gobierno con un decreto de familiares cero que se tradujo en poco más de 30 renuncias en la administración pública. El caso del ministro del Trabajo generó además una grieta interna. Un sector del Gabinete, y también del oficialismo bonaerense, hubiese preferido una respuesta contundente y ejemplificadora del Presidente en relación a su ministro. Pero Macri optó por pagar el costo y sostenerlo. El cambio de agenda del Presidente en el Congreso, además de buscar ampliar la base electoral para 2019, también se traduce en un indicio sobre la intención del Jefe de Estado de se reelecto el próximo año. "Este año debería ser de actividad constante en el Congreso. En general el Congreso se plancha en años electorales. Pero la Casa Rosada optó por congelar la agenda legislativa con el aborto, un proyecto que se debatirá por meses pero que seguramente no se convierta en ley", explica un funcionario nacional. El Gobierno no quiere que se repitan escenas como el descontrol de diciembre pasado que derivó en una guerra campal frente al Congreso entre policías y manifestantes que rechazaban la reforma laboral y previsional. La orden es preservar a la figura del Presidente y levantar su imagen para blindar la reelección en 2019. Por eso mañana en Parque Norte, el presidente del PRO, el senador Humberto Schiavoni, confirmará ante su propia tropa el regreso de los timbreos, tradicionalmente reservados para años electorales. Cambiemos ya está en campaña. La estrategia se traduce en el punto nueve de la orden del día del Consejo Nacional PRO. "Presentación de la nueva plataforma de voluntariado, timbreo y donaciones y del cronograma de timbreos y acciones del voluntariado a cargo de Federico Morales". Además, como adelantó Ámbito Financiero, se aprobará la fusión del PRO con el partido de Patricia Bullrich, Unión por la Libertad, la designación de Ezequiel Fernández Langan como secretario de Políticas Públicas; de Sofía Brambilla al frente de la Secretaría de la Mujer, y la compra de la sede partidaria de la calle Balcarce. Jorge Macri presentará el plan de trabajo de la Secretaría de Gobierno locales.
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