2 de noviembre 2010 - 00:00

Moyano reúne mesa para ganar espacio en interna del PJ

Hugo Moyano
Hugo Moyano
Hugo Moyano quiere reunir mañana a los dirigentes de su máxima confianza para trazar una estrategia orientada a recuperar la iniciativa en un momento de inesperada debilidad para el camionero. El jefe sindical intentará revertir el golpe que le representó la avanzada política a sus espaldas del gobernador bonaerense, Daniel Scioli, respecto del futuro del justicialismo, y las posibles consecuencias de la investigación judicial por el asesinato del militante Mariano Ferreyra.

El encuentro de la mesa chica de la central obrera fue pautado en principio para mañana, y estará sujeto a la agenda de Moyano por su viaje pendiente a Alemania para participar de una cumbre del transporte. El camionero también prevé definir los pasos a seguir del proyecto de ley elaborado por su abogado y diputado nacional Héctor Recalde, de reparto de las utilidades empresarias entre los trabajadores.

El camionero aceleró la convocatoria a sus íntimos -prevista luego de la muerte de Néstor Kirchner pero sin fecha hasta ayer- una vez que tomó nota del masivo encuentro organizado por Scioli. El mandatario provincial logró reunir a 91 intendentes, legisladores y miembros de su Gabinete, para dar una señal contundente de respaldo a Cristina de Kirchner. (Ver nota en pág. 3.) Se repasó allí la agenda partidaria pero no hubo una sola mención a Moyano, presidente del partido en la provincia de Buenos Aires.

El cacique gremial venía golpeado por la raquítica sesión del Consejo del PJ provincial que encabezó el martes de la semana pasada, con ausencias notorias de intendentes partidarios. En aquel encuentro, además, se produjo la conversación telefónica entre Moyano y Kirchner que, según algunos dirigentes del PJ, tuvo un tono áspero. Al día siguiente, con el ex presidente ya fallecido, los laderos de Moyano debieron salir a responder esa versión y calificarla de «canallada».

La mesa chica también deberá aconsejar a Moyano acerca de la posición que debe adoptar la CGT frente a la ausencia de Kirchner. El camionero perdió a su principal interlocutor en la Casa de Gobierno, y teme un enfriamiento de las relaciones con la jefa de Estado. Una muestra de ello fue el saludo frío que la mandataria le dedicó cuando el sindicalista concurrió al velatorio en la Rosada.

Montados sobre ese gesto, los dirigentes que objetan la conducción de la CGT se esperanzaron con un posible acercamiento a Cristina de Kirchner, quien al igual que su marido los tenía condenados a un vínculo apenas protocolar. Entre los «gordos», como Armando Cavalieri (Comercio), Oscar Lescano (Luz y Fuerza), y Carlos West Ocampo (Sanidad) imaginan una nueva etapa en la central obrera, que Moyano no piensa facilitar.

Otro tema ineludible de la agenda será el crimen de Ferreyra. El camionero buscó despegarse desde un primer momento del secretario general de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, aunque ni sus colegas de la CGT ni la mayoría de los funcionarios dieron mucho crédito a esa estrategia. Si bien es cierto que Pedraza integra junto a Cavalieri, West Ocampo y Lescano el grupo de los «gordos», también es real que fue el primero de ese sector en retornar a sus tareas habituales en la CGT hace por lo menos un año. Pedraza se encargó de recordarlo en los últimos días a los principales colaboradores de Moyano. «El Negro me debe una explicación», repite con insistencia ante sus más cercanos el veterano líder ferroviario.

Uno de los dirigentes de la mesa chica llegó a recomendarle al camionero endilgarle a otro de sus hombres de confianza, el taxista Omar Viviani, la relación con Pedraza en caso de quedar salpicados por el asesinato de Ferreyra. Viviani encabeza la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), un sello revitalizado en los últimos años y que reúne a dirigentes como Pedraza, Omar Maturano (maquinistas de La Fraternidad), Jorge Pérez Tamayo (pilotos aéreos) y Roberto Fernández (colectiveros, UTA), entre otros.

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