24 de agosto 2009 - 00:00

Mujica modera ya alcance de revisión de la amnistía

José Mujica
José Mujica
 Santiago de Chile - En declaraciones que representarían un nuevo giro en el discurso del candidato oficialista a la presidencia de Uruguay, José Mujica, éste afirmó que su meta no será alcanzar sentencias condenatorias para los responsables de la represión ilegal durante la última dictadura militar (1973-1985), porque no le interesa «tener ancianos (militares) presos».

Sin embargo, el ex tupamaro, cuya formación modificó en varias oportunidades su postura al respecto, indicó que sí buscará conocer la verdad porque «quedaron muchas investigaciones truncas y creemos que hay que hacerlas avanzar». Un sector del Frente Amplio y diversas organizaciones sociales lograron recolectar las firmas necesarias para forzar un referendo para derogar la llamada Ley de Caducidad o «punto final» en materia de derechos humanos.

Nuevo referendo

Esa ley data de 1986, fue ratificada en un plebiscito en 1989 y será sometida nuevamente a referendo junto con las elecciones presidenciales y parlamentarias del próximo 25 de octubre.

«Más que para la Justicia, queremos buscar la verdad histórica. Los uruguayos queremos saber cómo fueron las cosas, queremos la verdad de cómo ocurrieron los atropellos de los derechos humanos», remarcó Mujica. Además, indicó que si es elegido, instalará una comisión investigadora, como se hizo en Chile y Sudáfrica.

«A mí no me interesa la gente presa, me interesa la verdad. Porque la verdad es la forma superior de castigo para los que son responsables de los atropellos. Ya han pasado muchos años desde los hechos y detesto tener ancianos presos», manifestó Mujica.

Al respecto, opinó que Uruguay «quiere la verdad sobre su pasado. Porque tampoco le podemos seguir contrabandeando una responsabilidad a los militares actuales, algo que es carga de otros, eso es de nunca acabar. Por eso hay que investigar».

Con su firma, Mujica fue uno de los impulsores de la campaña para llevar a cabo el referendo revocatorio que, si es aprobado, significará una reapertura de muchas causas contra militares. En aquel momento, agosto de 2008, despertó la molestia del presidente Tabaré Vázquez y del actual compañero de fórmula Danilo Astori, quienes se mostraban reticentes a avanzar con el tema.

A comienzos del año, indicó que si era elegido presidente, promovería el «perdón» de aquellos militares que participaron del régimen a cambio de información útil que puedan aportar, algo que irritó a los familiares de los detenidos desaparecidos.

Estas actitudes contrastan con la imagen histórica de este ex dirigente tupamaro que estuvo casi 15 años preso en la cárcel de Punta Carretas (Montevideo) y recién fue liberado con la amnistía instaurada por el Gobierno colorado del Julio María Sanguinetti. El popular «Pepe», uno de los estandartes de la lucha contra el Gobierno de facto que dio inicio con la presidencia del Juan María Bordaberry en el 73, fue baleado en enfrentamientos con las fuerzas represoras y fue considerado uno de los «rehenes» de la dictadura.

Agencias DPA, ANSA, Reuters y AFP

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