19 de septiembre 2008 - 00:00

Nuevos incendios reavivan polémica

La persistente lluvia de cenizas y humo volvió a Rosario, Santa Fe, provocados por incendios de pastizales la zona de islas de Entre Ríos, y reactivó las históricas disputas entre las autoridades de ambas provincias.
Mientras el intendente rosarino, Miguel Lifschitz, se quejó ayer por la falta de preocupación del gobierno de Entre Ríos ante la contaminación ambiental que produce la quema de pastizales en las islas, cuando es «mucho más grave, y no potencial», como la de la pastera Botnia sobre el río Uruguay, el secretario de Medio Ambiente entrerriano, Fernando Raffo, sostuvo que su par de Santa Fe, César Mackler, «no puede desentenderse y decir que el gobierno entrerriano no está haciendo nada ante el problema de los incendios, cuando ellos tienen mucho que ver en el mismo». Fue al recordar que el viernes pasado el funcionario santafesino firmó con Entre Ríos y Buenos Aires el borrador de un acta acuerdo para la puesta en marcha de un Plan Integral para la Conservación y Aprovechamiento de la zona de islas.
El humo continuaba ayer en Rosario, y el incendio de enorme dimensiones que el miércoles se registró en las islas frente al Monumento a la Bandera pareció colmar la paciencia de los santafesinos.
 Llamativo
Lifschitz dijo: «Advierto una falta de interés absoluta y muy llamativa, porque esta misma provincia, estos mismos gobernantes, que se han movilizado de manera tan dura contra la posible contaminación del río Uruguay por las pasteras que se están construyendo en territorio uruguayo, no tienen la misma preocupación por una situación que es mucho más grave que aquélla», manifestó el intendente socialista a radio LT8 de Rosario.
En tanto, el intendente rosarino convocó junto a concejales de distintos partidos a una movilización para mañana a las 17 en la cabecera del puente que une a esta ciudad con Victoria, para protestar por los constantes incendios de pastizales en islas de la región.
Por su parte, la Cámara de Diputados de Entre Ríos sancionó el miércoles una ley que prohíbe quemar áreas rurales y forestales sin un estudio previo del terreno, aunque Lifschitz reprobó: «Esto no se resuelve con una ley, sino con voluntad política», dijo.

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