21 de octubre 2015 - 00:16

Off stage

• La otra campaña, bajo el radar de la presidencial. • Radicales anti-Macri recordaron en Saavedra la visita de Raúl Alfonsín hace 33 años. • Se infiltraron algunos pactistas, pero el agua no llegó al río porque hubo empanadas. • Y Macristas y massistas convivieron en gala debut de un hospital porteño.

José Canata, legendario del alfonsinismo porteño, juntó a centenares en su comité del barrio de Saavedra para recordar a Raúl Alfonsín y a Mario Amaya. Fue una convención ampliada de radicales anti-Macri.
José Canata, legendario del alfonsinismo porteño, juntó a centenares en su comité del barrio de Saavedra para recordar a Raúl Alfonsín y a Mario Amaya. Fue una convención ampliada de radicales anti-Macri.
•Como la campaña entró en una casi sordina -contra lo que se esperaba en un sprint que decide los destinos patrios- los personajes de la política se sacaron el gusto con actos privados pero teñidos de política, a falta de esas grandes concentraciones masivas de antaño que ayudaban a la catarsis que alivie la crispación. Un grupo de radicales que se identifica con el sector que perdió la votación en Gualeguaychú, es decir que se ha mantenido fuera de la campaña de muchos de sus correligionarios en favor de la sigla Cambiemos, que encabeza Mauricio Macri, apeló a los manes partidarios para cantar en favor del lema "Este es el radicalismo nacional, progresista y socialdemócrata", según entonó el organizador de la cita que ocurrió el lunes en el local de Naón 3317, corazón de Saavedra, Comuna 12, convocada por el exdiputado nacional José Canata, uno de los "Chiches" más mentados de ese partido. El dueño de casa animó siempre ese local que lleva el nombre de Arturo Illia, y llamó a una empanadeada para recordar los 33 años de la presencia en ese lugar de Raúl Alfonsín en 1982, cuando languidecía el último Gobierno militar, y también evocar la figura del legendario dirigente Mario Amaya, fallecido un 18 de octubre hace 39 años.

Los organizadores esperaban que hubiera una presencia del radicalismo anti-Cambiemos, pero festejaron que se plegaran al acto hombres que han trabajado por la alianza PRO-UCR, como Facundo Suárez Lastra y Marcelo Stubrin. Rafael Pascual y Julio Cobos enviaron mensajes de adhesión y de disculpa por su ausencia. Canata fue uno de los oradores, pero habló con todos, recordando aquella visita de Alfonsín, acompañado de dos de los hijos del expresidente, Raúl ("Raulo") y Javier, que además descubrieron dos murales con imágenes de Alfonsín y de Illia, numen de ese comité, representado esa noche por su hijo Leandro, que preside además uno de los movimientos internos que lleva el nombre de su padre. Los discursos y las empanadas animaron la camaradería que festejan los invitados como un renacimiento de su militancia. "Estamos todos los que tenían que estar", celebraba Canata mientras se besaba y abrazaba con Cristina Guevara, Pedro Querido, el diputado Manuel Garrido, Jorge Ferronato (director del CBC en la UBA), Patricio Rivera, el exconcejal José Carballo, Carlos Cappuccio y, entre otros, el mítico Carlos Pedersen, un veterano dirigente a quienes muchos radicales de Capital le reconocen haberlos iniciado en la militancia y que fuera la mano derecha de Luis León. Hicieron también presencia el exdiputado Víctor de Martino; Hernán Rossi (legislador de la Ciudad); Pedro Riopedre, Sandra González, Leandro Halperin, Ariel Santurio (OTR y Apuba), Carlos Más Vélez (miembro del Consejo de la Magistratura), Álvaro de Lamadrid (autor del libro "El Pingüino"), Facundo Ríos (presidente de Franja Morada, Derecho); Rubén Veiga; Francisco Alfonsín (nieto del expresidente), Marcelo Distefano, Matías Debesa (comunero de la 12).

•El calor del encuentro amortiguó los roces preelectorales, esperables entre radicales que se dividen entre pro-Cambiemos y anti-Cambiemos. Algunos dijeron que votarán a Mauricio Macri porque, si gana, llevará al radicalismo a una posición de poder. Otros, testimonialistas, adelantaron que le darán su voto a Margarita Stolbizer. Un tercer lote, minoritario, se manifestó en favor de la abstención o del voto en blanco. En el momento de mayor circunspección, Canata recordó detalles de la muerte de Amaya en el penal de Devoto, donde sufría prisión política. El cuerpo, evocó "Chiche", fue retirado por tres emblemáticos, Raúl Alfonsín, Carlos Fonte y Liborio Pupillo, el hombre fuerte del partido en el barrio de Mataderos. Intentaron hacer un velorio en la sede del Comité Nacional, pero los militares lo impidieron. Pupillo, que era empresario del ramo servicios fúnebres, habilitó una sala en el barrio de Pompeya. Los mismos tres que habían retirado el cuerpo lo llevaron a Chubut, de donde era nativo Amaya.

No podía faltar la pincelada internista, que brindó el propio Canata. En su discurso reclamó que el Comité Capital de la UCR postergue hasta marzo próximo las elecciones convocadas para el 29 de noviembre para elegir autoridades en reemplazo de Emiliano Yacobiti y nuevos delegados. Espera respuesta.

•Esa misma noche del lunes, otro lote de políticos, junto a empresarios, estuvo en el Plaza para la primera gala que se hizo en beneficio del hospital público María Ferrer, que depende del Gobierno de la Ciudad y que tiene sus instalaciones en el barrio de Constitución. El, diríase en castellano duro y puro, citado nosocomio, nació en 1936 como dispensario en la lucha antituberculosa, y ahora se especializa en patologías neumonológicas y en neuromusculares, y en secuelas de polio. Hasta allí se acercaron Elisa Carrió, Felipe Solá, José Ignacio de Mendiguren, Malena Galmarini (esposa de Sergio Massa), el massista diputado provincial Mauricio Dalessandro, el empresario y exbailarín del sciolismo Alberto Samid, Graciela Reybaud (ministra de Salud de Macri), artistas como Mirtha Legrand, Donald, Juan Marcelo, Violeta Rivas y Néstor Fabián -quienes tuvieron a su cargo el show musical- empresarios como Annabella Sielicki de Timerman (cónyuge de Héctor, canciller), Jorge Brito, Hugo Eurnekian, Jorge Sánchez Córdova, Martín Cabrales, Susana Merlo, Claudia Stad y políticos como Lía Rueda, Carmen Polledo, Jorge Garayalde, Guillermo Nielsen, Teresa González Fernández (la "Colorada" más notable del partido FE del "Momo" Venegas, que está aliado al PRO en varios distritos), los artistas Karina El Azem y Carlo Di Domenico, entre otros. El llamado explica esta asistencia, porque la madrina del hospital es Vanesa Defranceschi Sadi, cónyuge de Felipe Herrera Noble, hijo de Ernestina Herrera de Noble.

La sobremesa se prolongó hasta la madrugada de ayer en corros en los cuales se especuló sobre el resultado electoral. Entre los empresarios se discurrió sobre los elencos de economistas que van pasando en el entorno de los candidatos y uno puso la mirada sobre la figura de Federico Sturzenegger, diputado y extitular del Banco Ciudad. Este legislador, recordó uno de los presentes, ha dicho que el próximo Gobierno no tendrá que hacer ningún ajuste porque el ajuste ya lo hizo la administración de Cristina de Kirchner, pero ese argumento no lo ha usado Macri en los debates sobre su agenda económica. Uno que sabe de eso aportó una explicación: los campañólogos de Macri han recomendado que ninguno de los hombres del macrismo se enrede en el debate sobre el ajuste y le ha puesto mordaza a Sturzenegger y a otros colegas. ¿El motivo? Que la palabra "ajuste" esté bien lejos de la palabra "Macri".

•La nota de la noche fue la subasta de un cuadro pintado durante la cena por Milo Lockett, por el cual Samid, hoy titular del Mercado Central, ofertó en la apertura $ 50.000. El martillero, un animador al que identifican como "Gonzalito", hizo subir el precio hasta $ 200.000. En el final pujaron Samid, Brito, Sánchez Córdoba y hasta Mirtha Legrand, quien dijo que aportaba $ 10.000 para redondear el monto final. La irrupción sorpresiva de los cantantes impidió saber quién de ellos se llevaba el cuadro a su casa.
Ignacio Zuleta

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