21 de noviembre 2012 - 11:47

Para los empresarios, por el paro no cambiará nada

SE AFECTÓ MÁS ACTIVIDAD EN EL CENTRO QUE EN LA PERIFERIA. EN ALGUNOS LUGARES SE TRABAJÓ CON NORMALIDAD

Juan Carlos Sacco, Daniel Fuenes de Rioja, Carlos de la Vega
Juan Carlos Sacco, Daniel Fuenes de Rioja, Carlos de la Vega
Los empresarios creen que la huelga general convocada ayer por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli fue efectiva en lo que hace a la falta de actividad, pero no piensan que la medida de fuerza vaya a hacer cambiar nada en la política del Gobierno nacional. En general entre los empresarios consultados hubo consenso en que se trató de una medición de fuerzas entre el Gobierno y los caciques sindicales alineados en la oposición, cuyos resultados no serán visibles, al menos en el cortísimo plazo.

Los efectos del paro se sintieron fuerte en el comercio pero no tanto en las industrias, y el acatamiento fue más notable en el centro de las ciudades que en las periferias.

«El derecho de huelga está en la Constitución nacional, pero personalmente soy un adversario de las medidas de fuerza, que nunca arreglan nada. Entre los paros, los feriados decretados por el Gobierno, los piquetes y las movilizaciones se pierden cantidad de días de labor, y la productividad del país cae a plomo», le dijo a este diario Juan Carlos Sacco, uno de los vicepresidentes de la UIA (Unión Industrial Argentina). El empresario gráfico agregó que «el paro se sintió en el centro de Buenos Aires y de algunas ciudades del interior, pero en la periferia se trabajó casi con normalidad, sólo que en muchos casos las fábricas funcionaron a puertas cerradas». Respecto de cuáles serán los efectos concretos de la huelga sobre la acción del Gobierno, Sacco dijo que «no preveo grandes cambios. En una escala del uno al diez, para mí el paro sacó cinco».

Por su parte, Carlos de la Vega, titular de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), afirmó que las ventas en los comercios minoristas se vieron muy resentidas por la baja afluencia de público. «Era un día malo para salir de compras, salvo en los negocios de proximidad», dijo el directivo. En su rama de actividad, cabe recordarlo, el gremio que encabeza Armando Cavalieri -uno de los pilares de la denominada «CGT Balcarce»- hizo activa campaña entre sus afiliados para que no se adhirieran a la huelga convocada por sus rivales de la «CGT Azopardo»,

Pese a eso, admite De la Vega, algunas empresas miembros de la CAC vieron resentida su actividad por la falta de personal. «Sobre todo los que debían venir desde el sur del área metropolitana, y no tanto desde el norte», añadió. Y dijo que el sector gastronómico «abrió en su gran mayoría, pero hubo poco público consumidor». El gremio de gastronómicos, que encabeza Luis Barrionuevo, fue uno de los más activos organizadores y participantes del paro de ayer.

Futuro

En lo que hace a los efectos futuros de la medida de fuerza, De la Vega sostuvo que «no va a modificar nada en lo inmediato respecto de las decisiones del Gobierno. Sin embargo, me parece claro que deberá hacer algo con el tema del Impuesto a las Ganancias (más allá de la medida tomada en relación al aguinaldo) y a las asignaciones familiares. Pero no creo que lo hagan presionados por una huelga encabezada por Hugo Moyano».

A su turno, una alta fuente de la ASU (Asociación Supermercados Unidos, la entidad que agrupa a todas las grandes cadenas minoristas) reveló que las ventas de ayer «se parecieron bastante a las de un último miércoles del mes, que es el peor día del mes en facturación para todos». El informante habló de una «adhesión dominguera», calificando así a los empleados que aprovecharon la falta de transporte para no concurrir a sus lugares de trabajo. «Lo que no funcionó en lo absoluto fueron los centros de distribución; ahí sí la parálisis fue total», dijo. Cabe recordar que, cuando Moyano era «amigo» del Gobierno y Cavalieri «opositor», el camionero -con bloqueos de plantas y medidas de acción directa- le birló a Comercio miles de afiliados entre los trabajadores de distribución y logística. Fueron esos nuevos miembros de Camioneros los que paralizaron ayer todo el movimiento de entrada y salida de los súper e hipermercados.

Finalmente, Daniel Funes de Rioja, presidente de la COPAL (la «megacámara» que nuclea a la industria de la alimentación), pintó un panorama similar: «El personal industrial estuvo en las plantas, pero no hubo logística ni distribución». Las razones de esta dicotomía, nuevamente, hay que buscarlas en las diferentes pertenencias: el gremio de la Alimentación está en la CGT «oficial». «La producción no se interrumpió, pero de las fábricas no salió ni una sola caja con productos», añade Funes de Rioja. «De todos modos, un día de falta de distribución no afectará la provisión, y mañana (por hoy) estará todo normal».

Respecto de los efectos políticos del paro, el titular de COPAL aseguró que «el Gobierno va a terminar actualizando los valores del Impuesto a las Ganancias, pero no en este contexto».

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