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PARADOJAS: Créditos en busca de deudores

Hace más de un año que Cristina de Kirchner insiste en que los bancos no están demasiado activos en los desembolsos de fondos para inversión y producción. Del otro lado, la respuesta es obvia. Las entidades destacan que no hay interés en empresas por tomar fondos. Es un problema de demanda, no de oferta. Ahora, con las tasas subsidiadas (pero por bancos obligados), resulta atractivo tomar fondos, pero habría que chequear si después se destinan a la producción.
Lo que no observa el Gobierno es que estos préstamos direccionados tienen su contracara. Con los créditos que deben otorgarse al sector público, a YPF y los $ 17.000 millones que se volcarán para producción por este nuevo direccionamiento del BCRA, el margen que quedará para el segmento de consumo será muy reducido. El economista Nicolás Dujovne, en su último informe, planteó este problema, descripto en el siguiente escenario:
La base monetaria en 2013 crecería algo menos que en 2012, a un ritmo del 34%. Dado un determinado nivel de liquidez de los bancos, los depósitos en pesos podrían crecer un 30% y los préstamos aumentar hasta el 35%. El mayor crecimiento en las financiaciones con respecto al nivel de depósitos se solventaría entonces con una reducción adicional de la liquidez de los bancos públicos, hasta llegar a algún mínimo compatible con las exigencias legales.
Los depósitos en 2012 crecerán finalmente $ 140.000 millones, de los cuales unos $ 97.000 millones corresponderán a depósitos del sector privado y el resto, a colocaciones del sector público. Esos 140.000 millones habrían generado liquidez por unos $ 40.000 millones y préstamos por $ 100.000 millones. De ellos, $ 6.000 millones fueron al sector público y el resto al privado.
En 2013, las cifras no cambiarían demasiado en pesos, aunque caerían en porcentaje de aumento ya que se aplicarán sobre un sotck más elevado. Los bancos prestarán al menos $ 13.500 millones al sector público -especialmente a provincias y a YPF- que ha perdido totalmente el acceso al crédito externo, dejando entonces unos $ 85.000 millones que podrán ser prestados libremente, asumiendo que el Gobierno tomará otro 5% de los depósitos de los bancos privados para generar líneas dirigidas.
La posibilidad de generar préstamos no dirigidos caería sustancialmente en términos nominales respecto de 2012. Las financiaciones libres de los bancos privados sólo podrían crecer en $ 29.000 millones en comparación con los $ 41.000 millones de 2012. La distancia entre los $ 29.000 millones de liquidez prestable libre de los bancos privados y los $ 50.000 millones en demanda de préstamos debería ser resuelta entonces por una combinación de suba en las tasas activas que desaliente la demanda de préstamos, y un incremento adicional en las tasas pasivas que genere un aumento en la demanda de depósitos.
Una vez más, la mano visible oficial en el otorgamiento de créditos puede tener un impacto diferente del esperado. No debería sorprender.
@guillermolabord
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