“Con Lavagna no hablé. En la reunión nos contará qué quiere hacer”. Juan Manuel Urtubey sostiene su precandidatura presidencial ante el eje Sergio Massa-Juan Schiaretti. Alternativa Federal animará hoy una cumbre para depurar su staff de presidenciables junto al gobernador de Córdoba, al exintendente de Tigre y a Miguel Pichetto. El peronismo federal llega tironeado entre la aparición de Alberto Fernández como candidato de un frente opositor junto a Cristina y el pedido de ampliación de Cambiemos a sectores peronistas.
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Monzó y Massot fueron a ver a Massa. Macri se reunió a puertas cerradas y a solas con el gobernador de Córdoba. Hoy, cumbre de Alternativa Federal. Anoche, cena en Tigre para acordar estrategia.
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Ante el riesgo de disgregación, Schiaretti salió esta semana a ratificar que AF tendrá candidato presidencial propio más allá del dúo Fernández-Fernández que le ofrece un paquete “all inclusive” a Massa en la boleta kirchnerista. Desde precandidato presidencial para medirse en la PASO contra Alberto hasta gobernador de la provincia de Buenos Aires. Ante ese escenario, el jefe del Frente Renovador convocó a un congreso partidario para el jueves 30 en Parque Norte. Y reforzó la sociedad con Schiaretti, el jefe territorial del peronismo a partir de la reelección en Córdoba, el segundo distrito electoral del país detrás de la provincia de Buenos Aires.
“Se sobredimensionó el rol Schiaretti. Fue más un globo de los medios que de la realidad. Nosotros en Alternativa Federal construimos una mesa horizontal, la idea de que el Gringo iba a solucionar todo fue más una especulación mesiánica y personalista para buscar una solución mágica. El personalismo nada más funciona en el kirchenrismo y en el macrismo...”, asegura Urtubey en diálogo con Ámbito Financiero. Y minimiza la falta de apoyo de los gobernadores peronistas al espacio que encabeza junto a Massa y Schiaretti: “Somos respetuosos del proceso de construcción de cada provincia para no inmiscuirnos. Las provincias están en procesos electorales y necesitan su tiempo y espacio para revalidar liderazgos locales”.
Anoche, cumbre en Tigre
Anoche, Urtubey, Massa, Pichetto y Schiaretti -que estaba invitado a la comida de una automotriz- cenaron juntos en Tigre. Acordaron depurar Alternativa Federal y definir, luego del congreso del Frente Renovador del jueves 30, quienes se quedarán en el espacio para determinar si es viable la celebración de una PASO. En otras palabras, Massa deberá definir si se suma al frente electoral opositor Fernández-Fernández o si ofrece una tercera vía en la PASO de Alternativa Federal.
Schiaretti se juntó ayer por la tarde mano a mano con Macri. Sólo y a puertas cerradas. Casa Rosada necesita mantener a flote al peronismo alternativo como colectora de votos para un eventual balotaje. Pero la llave la tiene Massa -más que Schiaretti-, a pesar del poder de operación del cordobés sobre el jefe del Frente Renovador. El componente del electorado massista, de acuerdo a mediciones del Gobierno nacional, se descompone en un 80% en votantes afines al kirchnerismo y 20% en afines a Cambiemos. Lavagna representa un fenómeno inverso. El 80% de su electorado se vuelca por Cambiemos y el 20% por el kirchnerismo.
No sólo Schiaretti se recuesta en Macri como freno al regreso de Cristina vía Alberto Fernández. Massa también recibe a emisarios del oficialismo. El lunes se reunió con Emilio Monzó y Nicolás Massot, dos parias de la mesa política del Presidente que hacen lo que pueden a pesar de Marcos Peña. A la Casa Rosada la desvela la decisión vaya a tomar Massa para definir si Macri sigue como candidato presidencial o si se activa el Plan V, de María Eugenia Vidal.
En el encuentro de hoy habrá, además, sillas reservadas para recibir a Lavagna, al socialista Miguel Lifschitz y a Margarita Stolbizer. El exministro de Economía irrita a todo el peronismo federal. Y recibirá un ultimátim para decidir si se suma a la PASO como precandidato o si insiste con su propuesta de candidato por consenso. El problema es que el único candidato de consenso que acepta Lavagna es él mismo.
Lavagna se diferenció en varias oportunidades del armado peronista de Massa y se cortó solo el lunes al asegurar que sería candidato presidencial, ninguneando a Massa y a Urtubey. El economista perdió el apoyo de la Convención Nacional de la UCR y conserva el sostén de Lifschitz, cuando el socialismo santafesino está en riesgo de perder la gobernación de Santa Fe ante el peronista Omar Perotti.
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