Pese a todo, Lula lidera las encuestas en Brasil

Luiz Inácio Lula da Silva juega con la idea de intentar un retorno al poder en 2018. Las denuncias en su contra están mellando su imagen, pero aun así es el político con mayor intención de voto de Brasil.

 San Pablo - En paralelo al desgaste que sufrió su imagen, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva es el político brasileño con mayor intención de voto y a la vez mayor entre los posibles candidatos a la Presidencia en 2018, reveló un sondeo de Ibope (Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadística), divulgado ayer.

Según el sondeo, publicado por el diario O Estado de Sao Paulo, el exmandatario (2003-2010) registra un rechazo del 55%, que no lo votaría "de ninguna manera", muy por encima del 33% que registraba en mayo del año pasado.

En tanto, la intención de voto incondicional por el fundador del Partido de los Trabajadores (PT) cayó en ese período del 33% al 23%, pero aun así se mantiene como el mejor ubicado de los posibles candidatos.

Si a eso se suma el sufragio probable, también queda al frente de la lista con un 42%.

En medio de una ola nacional de denuncias de corrupción, que mantiene en la cornisa al Gobierno de Dilma Rousseff, el sondeo mostró un crecimiento del rechazo a los políticos en general.

Así, aparece segundo en intención de voto detrás de Lula el senador Aécio Neves, candidato derrotado por Rousseff el año pasado y uno de los principales impulsores de su destitución en el Congreso. El socialdemócrata registra hoy una intención de voto del 15%, pero su índice de rechazo subió del 42 al 47%.

Tercera en respaldo aparece quien salió también en esa opsición en los comicios de octubre de 2014, la ecologista Marina Silva con un 11%. El rechazo a ella trepó del 31 al 50%.

En lo que respecta a votos potenciales, que comprenden el "voto seguro" y el "probable", Lula, Neves y Silva empatan técnicamente con el 42, el 41 y el 39% , respectivamente.

Según el estudio, la principal conclusión es que el descrédito o rechazo de Lula, aunque creciente, no está siendo capitalizado por ningún otro posible candidato, lo que aumenta la incertidumbre sobre los rumbos de la política brasileña a partir de 2018.

Asimismo, el deterioro de la imagen parece alcanzar a toda la clase política.

Allegados al exmandatario de izquierda esperan que comiencen a disminuir las denuncias en su contra, sobre todo de tráfico de influencias a favor de empresas constructoras con contratos fuera de Brasil, y que en el último tiempo comenzaron a afectar también a algunos de sus familiares (ver nota aparte).

Agencias DPA y Brasil247,

y Ámbito Financiero