3 de noviembre 2010 - 00:00

PJ anti-K hizo catarsis y rechazó propuesta unificadora de Solá

Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, Felipe Solá
Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez Saá, Juan Carlos Romero, Felipe Solá
El Peronismo Federal logró ayer mantener la cohesión en la primera cumbre luego de la muerte de Néstor Kirchner. Los disidentes hicieron catarsis ante Felipe Solá y Mario Das Neves, dos presidenciables que apenas fallecido el ex presidente salieron a reclamar la fusión de todas las facciones peronistas.

Más allá de las tensiones internas, el heterogéneo colectivo del peronismo disidente logró sobrevivir a la ruptura y comenzó a definir un documento donde esperan ratificar la unidad del espacio y la vocación de enfrentar, desde la oposición, a Cristina de Kirchner en 2011. Se impuso así la línea dura del Peronismo Federal, encabezada por el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, uno de los más críticos frente a las posturas oscilantes de Solá, quien ayer también debió contener el enojo de su tropa en la reunión de bloque en la Cámara de Diputados, donde se ausentó incluso el ex presidente Ramón Puerta.

Cumbre

Con el cambio de escenario político tras la muerte de Kirchner, los principales referentes del Peronismo Federal celebraron su cumbre en el departamento de Recoleta del senador Adolfo Rodríguez Saá, con la ausencia anticipada de Carlos Reutemann, Francisco de Narváez y también del entrerriano Jorge Busti. El diputado-empresario se automargina de este tipo de encuentros que cataloga como reuniones exclusivas para precandidatos presidenciables, pero lo cierto es que, al igual que Reutemann, rechaza el liderazgo que pretenden ejercer en este espacio tanto Duhalde como Solá.

La ausencia de Reutemann ratificó la intransigencia demostrada por el senador santafesino quien volvió a rechazar cualquier tipo de posibilidad de postularse a presidente, ahora que desapareció la amenaza electoral de Kirchner. Junto a Duhalde y Solá estuvieron presentes Das Neves, Puerta, Adolfo y Alberto Rodríguez Saá y el salteño Juan Carlos Romero.

Objetivo

El principal objetivo del encuentro opositor fue sentar las bases de una nueva estrategia partidaria, ahora que las aguas del PJ se agitaron con el fallecimiento del ex presidente. Si bien la nueva situación sacudió a todo el arco anti-K, caló especialmente hondo en el Peronismo Federal, donde se reavivaron las especulaciones sobre un acercamiento con el oficialismo, que podría incluir un nuevo intento por compartir las internas abiertas el próximo año.

Los dirigentes del PJ disidente aguardaban con expectativa el mensaje que Cristina de Kirchner dio el lunes por cadena nacional, a la espera de alguna señal sobre el futuro del justicialismo que dejó vacante el ex presidente. Sin embargo, las palabras de la primera mandataria se redujeron a un agradecimiento a la ciudadanía que despidió a su esposo y no abarcaron la situación política nacional, mucho menos la específica del peronismo.

Tras la discusión a puertas cerradas, los peronistas federales consensuarán un documento sobre la situación actual del espacio y del país, que luego darán a conocer. En ese marco, se esperan definiciones sobre su reacción en torno de la situación del PJ y las internas abiertas que tendrán lugar en agosto de 2011.

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