5 de agosto 2010 - 00:00

Ricardo ya advierte: Acuerdo mata a Carrió

«Si es necesario sacar a Lilita del Acuerdo Cívico y Social, lo vamos a hacer». La advertencia de Ricardo Alfonsín retumbó por primera vez ayer en las frías paredes del Comité Nacional de la UCR. La idea de una inminente depuración de la principal fuerza opositora al kirchnerismo fue compartida ayer con el titular del partido, Ernesto Sanz, y con otros integrantes de la mesa chica del radicalismo, como el chaqueño Ángel Rozas y el cordobés Mario Negri, quienes coincidieron con el drástico diagnóstico del vicepresidente primero de la Cámara de Diputados.

El ultimátum alfonsinista para Elisa Carrió no es un dato menor. La diputada de la Coalición Cívica considera a Alfonsín el único capaz de acompañarla en una fórmula presidencial para 2011. El veto explícito de la fundadora del ARI a Julio Cobos y al gobernador socialista de Santa Fe, Hermes Binner, terminó de colmar la paciencia de los radicales, quienes ahora preservan la unidad partidaria ante el eventual potencial electoral de Carrió. Tanto que Alfonsín tuvo ayer tiempo en la sede de la UCR ubicada en la calle Alsina y Entre Ríos para enarbolar una tibia defensa del vicepresidente: «Lo de Julio es entendible. No podemos exigirle que salga a hacer campaña o que endurezca el discurso mientras conserve su cargo institucional. Lo que tenemos que hacer es impulsar medidas concretas desde el Congreso, como el 82% móvil para los jubilados o la reforma del INDEC».

El malestar radical con Carrió alcanza ya a todas las capas. Desde la cúpula partidaria hasta diputados, senadores, legisladores provinciales e intendentes, quienes en un reciente encuentro con Sanz transmitieron sus quejas sobre Carrió. La única duda de Alfonsín en su análisis de ayer fue tratar de cuantificar el daño que una eventual salida de Carrió podría provocar en el Acuerdo Cívico y Social. La UCR estima que ya está empezando a pagar costos políticos por la diatriba de la blonda diputada, aunque no está claro cuál podría ser el efecto de una candidatura unilateral de Carrió o un posible acuerdo de su agrupación con el peronismo disidente.

Esta semana, Alfonsín le envió un mensaje en clave a su socia: «Que se pongan tristes los kirchneristas, porque no nos vamos a pelear. No me arrepiento de haber compartido un acto con la Presidenta y lo volvería a hacer. Aunque sea para dar el ejemplo».

El último gesto de alejamiento entre la UCR y Carrió se produjo ayer. Ni Alfonsín ni Cobos, quien busca superar el estigma de la Resolución 125, asistieron a la Exposición de la Rural, como sí lo hizo la jefa de la Coalición Cívica. Pero, además, el hijo del ex presidente Raúl Alfonsín y el vicepresidente se desmarcaron de Carrió en materia de política agropecuaria y reclamaron una reducción segmentada de las retenciones, en sintonía con la Federación Agraria de Eduardo Buzzi, en vez de la eliminación total como reclama la CC y la Sociedad Rural.

Alfonsín Jr. también explicó que su encuentro con la jefa de Estado fue para «dar un ejemplo al kirchnerismo» de que «no le hace bien a un país exacerbar los problemas» y tampoco «promover que se maten entre sí los presidentes de los partidos». El dirigente radical advirtió que no necesita «ser descortés, desatento», sino que «se necesita más valentía cívica». «Yo no creo que le haga bien a un país exacerbar los problemas. Promover que se maten los presidentes de los partidos entre sí. Si el Gobierno no comprende esto, hagamos nosotros el ejemplo», puntualizó Alfonsín.

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