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Saqueos: arman un comando conjunto en pleno conurbano

Alejandro Granados
Los gobiernos de Cristina de Kirchner y Daniel Scioli, además de Mauricio Macri, están ante una alerta general -surgida de informes de inteligencia- sobre la posibilidad de que entre hoy y mañana se produzcan desmanes. El temor se nutrió a partir de que en esas fechas, en 2001, se produjeron los episodios que terminaron con la salida anticipada de Fernando de la Rúa del Gobierno.
El oficialismo, tanto de Casa Rosada como de La Plata, comenzó a proyectar la posibilidad de hechos violentos en esos días la semana pasada. Desde entonces, luego de la crisis policial con los acuartelamientos de algunos destacamentos de la Policía Bonaerense, la provincia está en alerta máxima. Los cortes que se registraron días atrás, y que se mantienen en distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires y del conurbano, le aportaron otro condimento. El malestar por la falta de electricidad podría, según asumen en Seguridad, incrementar los riesgos de que se registren desmanes.
Por eso, Berni y Granados instalaron sus bases de operaciones en el Puente 7, en el límite entre La Matanza y Ezeiza, para estar más cerca de los epicentros donde puedan producirse incidentes. Anoche, el Gobierno decía que la situación estaba "bajo control", aunque ponía el acento en el impacto de malestar que pueden generar los prolongados cortes de luz. Ayer a la tarde, Berni sobrevoló distintos puntos del conurbano para constatar el desarrollo de los operativos de Seguridad. Granados también se abocó a fiscalizar el despliegue policial.
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