14 de julio 2011 - 00:00

Se rinde Murdoch y retira la oferta para controlar TV paga

Un manifestante de la ONG Avaaz, con la careta de Rupert Murdoch, porta consignas que sindican al empresario como propietario del país.
Un manifestante de la ONG Avaaz, con la careta de Rupert Murdoch, porta consignas que sindican al empresario como propietario del país.
Londres - El imperio mediático de Rupert Murdoch cedió en su objetivo más preciado de los últimos años, al renunciar ayer a su multimillonario proyecto de compra de la totalidad de la plataforma televisiva BSkyB, como coletazo del escándalo de las escuchas ilegales a famosos por parte de algunos de sus diarios.

El anuncio se produjo después de que el primer ministro, David Cameron, anunciara en el Parlamento su respaldo a una moción impulsada por la oposición laborista y apoyada también por los liberaldemócratas para pedir al megaempresario australiano que abandonara la operación.

«Creíamos que la compra propuesta de BSkyB -un sistema de TV por cable que llega a un tercio de los hogares británicos- por parte de News Corp., beneficiaría a ambas compañías, pero se ha hecho evidente que es demasiado difícil progresar en este clima», declaró en un comunicado el vicepresidente del grupo, Chase Carey.

News Corp., que posee el 39% de BSkyB, presentó en junio de 2010 una oferta para adquirir las acciones restantes por unos 7.800 millones de libras (unos 12.500 millones de dólares) en efectivo, en una propuesta que desató suspicacias incluso entre los liberaldemócratas, aliados en el Ejecutivo, por la relación entre el Partido Conservador y el grupo Murdoch.

Tras obtener en marzo el acuerdo de principio del Gobierno de Cameron, que según sus detractores amenazaba la pluralidad informativa, la autorización definitiva parecía hasta hace unos días un simple trámite.

Pero las nuevas revelaciones en el escándalo de las escuchas de News of the World (cerrado el domingo pese a ser el periódico dominical más vendido del país, con 2,6 millones de ejemplares) que provocaron una oleada de indignación, cambiaron radicalmente la situación y, aunque Murdoch cerró la semana pasada su popular dominical, tuvo que ceder finalmente a la presión.

Cameron «acogió con satisfacción» el anuncio, indicaron voceros del Gobierno. News Corp. y su filial británica News International «deben centrarse en hacer limpieza y ordenar sus asuntos» tras el escándalo, agregó un portavoz de Downing Street.

El líder de la oposición británica, el laborista Ed Miliband, promotor de la moción que generó un inhabitual consenso entre la clase política, saludó la noticia como un triunfo. «Ésta es una victoria para la gente que en todo el país está horrorizada por las revelaciones del escándalo de las escuchas y el hecho de que News International no asumiera la responsabilidad», declaró.

El escándalo, que inicialmente afectaba sobre todo a políticos y famosos, se agravó la semana pasada al revelarse que hasta 4.000 personas pudieron sufrir «pinchazos», entre ellos una adolescente asesinada o familiares de víctimas de los atentados de 2005 en Londres, además de haber coimeado a encargados de la custodia de la familia real y al exprimer ministro Gordon Brown.

En una comparecencia ante el Parlamento, Cameron reveló ayer los detalles de la investigación presidida por un juez con la que espera llegar al fondo de este escándalo, que salpica también al resto de la filial británica de Murdoch, propietaria además de The Sun (la versión diaria de News of The World), de The Times y del dominical de éste, The Sunday Times.

El primer ministro precisó que la investigación estará dividida en dos partes: la primera, sobre la conducta de la prensa y de la Policía en este caso y la segunda, una revisión exhaustiva de la reglamentación sobre la prensa.

Mientras tanto continuará la investigación policial, que está «examinando 11.000 páginas de documentos, que contienen 3.870 nombres» de personas que pudieron tener sus teléfonos intervenidos.

En una iniciativa sin precedentes, el propio Murdoch, su hijo James -presidente de News International-, y la directora de la subsidiaria, exdirectora de News of the World y protegida del magnate Rebekah Brooks fueron llamados a declarar ante una comisión parlamentaria, aunque es muy posible que los dos primeros se amparen en su nacionalidad estadounidense para no comparecer.

Mientras tanto, The Wall Street Journal, propiedad del grupo, afirmó en su edición electrónica que News Corp. está estudiando la venta de todos sus periódicos británicos, pero que los «sondeos» que llevó a cabo entre posibles compradores no fueron hasta el momento fructíferos.

Agencias AFP, EFE, DPA y ANSA, y Ámbito Financiero

Dejá tu comentario