28 de diciembre 2017 - 00:00

Se va yendo despacito

Se va yendo despacito
Es un hecho conocido por el mundo inversor que la semana entre Navidad y Año Nuevo no es muy atractiva para el sector. Se negocia en forma ralentizada y sin muchas expectativas. Es verdad que se hace mercado, pero chiquito y muy volátil.

Wall Street operó con esta consigna y se pudo apreciar que el avance de los títulos de salud y de tecnología ayudaban a compensar las pérdidas de las acciones de energía, confirmando la premisa.

Así las cosas, los índices de referencia de la Bolsa de Nueva York finalizaron con números mínimamente positivos; el índice Dow Jones de Industriales cerró en 24.774,30 puntos ganando el 0,11%, el S&P500 se situó en los 2.682,62 puntos subiendo el 0,08% y el Nasdaq composite depreciándose el 0,04% llegó a los 6.939,34 puntos.

Por su parte, las Bolsas de Europa cerraron con números dispares, ante la ausencia de inversores; Madrid perdió 0,16% y Fráncfort 0,02%, mientras que París subió el 0,08%, Londres 0,37%.

China y el ciberespacio. Las autoridades del país con más internautas del mundo ha dado de baja más de 13.000 páginas web en los últimos tres años tras detectar en ellas contenidos que violan las leyes del país. Si bien Pekín solamente especifica que muchos de los sitios bloqueados lo fueron porque incitaban a la violencia o difundían pornografía, otros denuncian que este escrutinio tiene por objetivo acallar las críticas al Partido Comunista y limitar la libertad de expresión.

Entre 2015 y 2017, la Administración del Ciberespacio de China se ha reunido con 2.200 operadores de internet. Estos, además de revocar licencias, han respondido con el cierre de 10 millones de cuentas de usuarios en foros, blogs, redes sociales y plataformas de mensajería instantánea o de retransmisión de vídeo en directo.

El Estado ha obligado a los internautas a registrarse con su nombre real, ha advertido que los autores de mensajes virales deben asumir la responsabilidad legal de su contenido y ha legalizado formalmente la censura con una nueva ley de ciberseguridad.

Pekín asegura que cada país es soberano en la regulación de su ciberespacio y que, en su caso, estas restricciones tienen por objetivo la seguridad nacional.

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