21 de octubre 2010 - 00:00

Senado pone fecha a la batalla por superpoderes

Miguel Pichetto, junto a José Pampuro y Daniel Filmus, consiguió frenar la reunión de comisión para analizar el fin de los superpoderes. Pero no pudo evitar que el recinto le pusiera fecha al tratamiento de ese proyecto opositor.
Miguel Pichetto, junto a José Pampuro y Daniel Filmus, consiguió frenar la reunión de comisión para analizar el fin de los superpoderes. Pero no pudo evitar que el recinto le pusiera fecha al tratamiento de ese proyecto opositor.
La oposición no consiguió reunir ayer a la Comisión de Presupuesto y Hacienda en el Senado para discutir el proyecto de eliminación de los superpoderes cedidos al Ejecutivo para manejar el gasto. Pero en su lugar consiguió aprobar en el recinto que ese tema sea debatido el próximo 2 de noviembre, junto con la reforma al Consejo de la Magistratura, dos temas que pueden provocar un nuevo desempate de Julio Cobos cuando llegue la hora de votarlos.

La modificación del artículo 37 de la Ley de Administración Financiera, que faculta al jefe de Gabinete a reasignar partidas presupuestarias sin autorización del Congreso, será tratada por un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, de Legislación General y de Presupuesto y Hacienda, mientras que el proyecto que establece la reforma del Consejo de la Magistratura caerá en la Comisión de Justicia y Asuntos Penales.

Los dos temas ya fueron aprobados en Diputados, pero la reforma al artículo 37 apunta directamente a la forma en que los Kirchner manejaron la contabilidad nacional, especialmente desde 2006 hasta ahora. El radical Gerardo Morales había pedido una reunión de Presupuesto y Hacienda para ayer, donde la oposición pretendía emitir el dictamen sobre la eliminación de los superpoderes. Pero esa comisión nunca realizó la convocatoria, por lo que ayer la reunión quedó trunca.

Logró así el oficialismo frenar por dos semanas más el tratamiento de ese proyecto, que, de convertirse en ley, obligará a Cristina de Kirchner a un nuevo veto. De lo contrario, el jefe de Gabinete no podrá reasignar partidas del Presupuesto nacional, ni la Presidente estará facultada para incorporar los excedentes de recaudación y redistribuirlos en partidas a través de un decreto de necesidad y urgencia como lo hace cada año.

Regla básica

Son esos poderes los que le permiten al jefe de Gabinete evitar una regla básica de la administración del Estado: utilizar fondos destinados a gastos de capital para cubrir gastos corrientes, una facultad que sólo tiene el Congreso al sancionar el Presupuesto. Y todo mediante una simple resolución.

Esa reforma a los superpoderes es, además, la base de la estrategia opositora para obligar cambios en el Presupuesto 2011. Si el Congreso no le vota a Kirchner el Presupuesto, la Casa Rosada podría seguir administrando reconduciendo las normas de 2010 (que ya incorporaron un plan de obras más que ambicioso e irrealizable) y sumarle a eso los excedentes de ingresos, sin control alguno del Congreso. Sólo la derogación de los superpoderes (ya que la oposición no podría insistir contra un veto al Presupuesto) podría estropearles esa fiesta de gobernar sin límites de gasto en un año electoral.

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