Stolbizer da plazo hasta abril para pacto con UCR y PS

Margarita Stolbizer, Fernando Pino Solanas y Julio Cobos.

Antes de sumergirse en un enero de descanso, Margarita Stolbizer intimó ayer en público a la UCR, al socialismo y a Proyecto Sur, el partido de Fernando Pino Solanas, a definir en abril la conformación de un Frente Progresista para enfrentar al oficialismo.

Por carta, enviada a Ernesto Sanz, titular de la UCR; a Rubén Giustiniani, a cargo del PS, y a Solanas, la dirigente invitó a firmar un compromiso público que incluye, además de acciones y políticas, un cronograma para ordenar el mapa de ese espacio opositor.

En esa nota, Stolbizer les pide a los referentes de los partidos que pretende integrar en un Frente Progresista, y que en marzo cada uno resuelva sus propias candidaturas internas para, en el mes de abril, llevar adelante una negociación integral para repartir las postulaciones dentro del FP.

Es decir: pretende que ese bloque llegue a las primarias del 14 de agosto ya con una lista unificada al menos en los cargos más relevantes. «No podemos ir a discutir en la interna general, qué radical es el candidato a presidente», explicó anoche uno de los armados de Stolbizer.

El criterio es lineal: la dirigente quiere que la UCR, por una interna propia o encuestas, o el mecanismo que decidan los radicales, tenga definido cuál será su oferta electoral para la presidencial de octubre de 2011. Lo mismo, dicen, debería hacer el PS, a quien le reservan la vice en la fórmula nacional.

Respecto de Proyecto Sur -Solanas se fue de vacaciones y regresa, recién, a mediados de enero, con agenda para algunos eventos en la costa atlántica, Córdoba y Bariloche-, la mirada es de menos expectativa: saben, en el GEN, que Proyecto Sur casi totalmente desecha un acuerdo con la UCR. Se apoyan, de todos modos, en el legislador porteño aliado de Solanas, Martín Hourest, quien sostiene que el Frente Progresista debe competir con Ricardo Alfonsín a nivel nacional y Pino disputar la Jefatura de Gobierno porteño. El cineasta tiene prácticamente descartado pelear en la Ciudad.

Replegada en la provincia, donde se considera la mejor candidata del espacio opositor, la dama de Morón ve varios datos complejos para avanzar en ese armado hasta tanto no se despejen algunos interrogantes propios que abruman, en particular, a la UCR y al PS.

El dato más obvio es la proliferación de candidatos presidenciales en el radicalismo. «No podemos esperar hasta agosto para saber quién va a ser el postulante», dicen en el GEN, que, más allá de preferencias secretas, creen que Stolbizer será la postulante de cualquiera de los tres en la provincia de Buenos Aires.

Sólo la incomoda una hipótesis: la que -más allá de la persistente negativa de Ricardo Alfonsín- sugiere que si sabe que no llega a la presidencial, decidiría bajar a la provincia como candidato a gobernador. En ese caso, Stolbizer podría quedar fuera de cuadro.

Respecto del PS, la inquietud es cómo asimilará la dura interna entre Giustiniani, jefe del partido, y Hermes Binner, a quien se impulsa como vicepresidente. La demora en esa resolución, atada a la realidad de Santa Fe, donde el PS se juega su supervivencia, podría desencajar cualquier intento de acuerdo del Frente Progresista.

Entre la incertidumbre radical sobre el candidato a presidente, la disputa intestina del socialismo y la negativa, casi irreversible, de Pino Solanas a pactar con la UCR, Stolbizer intenta fijar un plazo límite que, a simple vista, parece difícil de alcanzar.