26 de diciembre 2013 - 00:00

También Brasil quita beneficio y afectaría ventas

Dilma Rousseff
Dilma Rousseff
Brasilia - El Gobierno dijo que reducirá gradualmente las exenciones fiscales a los automóviles el año que viene, en medio de preocupaciones de los productores de que impuestos más altos puedan afectar las ventas.

La administración de Dilma Rousseff había anunciado que planeaba retornar al nivel normal el impuesto a los productos industriales, conocido como IPI, que se aplica a autos y otros productos como una manera de compensar los miles de millones de dólares de ingresos perdidos que deterioraron severamente las finanzas de Brasil este año.

Sin embargo, decidió aumentar el IPI para los autos básicos de pasajeros del 2% al 3 % a partir de enero, en lugar de implementar un retorno inmediato a la tasa original del 7%, como esperaban muchos analistas.

El viceministro de Finanzas, Dyogo de Oliveira, dijo a periodistas que el Gobierno analizará a fines de junio la posibilidad de elevar el impuesto nuevamente al 7 %. De todos modos, indicó que el aumento del impuesto dependería de las condiciones del mercado en ese momento.

En 2012, el Gobierno bajó temporalmente el IPI sobre autos, muebles y artefactos para el hogar en un intento por estimular una economía que ha tenido dificultades con el crecimiento en los últimos tres años.

El incremento del impuesto IPI tanto para automóviles como para muebles implicará un ingreso fiscal adicional de u$s 482,91 millones hasta el 30 de junio, señaló de Oliveira.

Los productores de autos en Brasil temen que impuestos más altos y nuevos estándares de seguridad obligatorios aumenten el valor de los vehículos y disminuyan las ventas en el cuarto mercado automotor más grande del mundo.

Las ventas de autos en Brasil se encaminan a una contracción este año por primera vez en una década, mientras los créditos se vuelven limitados y el Gobierno reduce gradualmente su estímulo.

La italiana Fiat, la alemana Volkswagen y las estadounidenses General Motors y Ford venden más del 70% de autos nuevos en Brasil.

De Oliveira dijo que el Gobierno no había calculado el impacto que los impuestos más altos tendrían sobre la inflación, pero indicó que no esperaba que la transmisión de precios fuese inmediata.

Agencia Reuters

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