• COINCIDEN EN LA GALERÍA JORGE MARA OBRAS DE FOTÓGRAFOS Y PINTORES QUE ILUSTRAN EL LIBRO DEL ESCRITOR JAPONÉS El título, idéntico al del famoso poema de Borges, articula trabajos sobre la luz y la oscuridad.
Carlos Arnaiz. Fotografía S/T en la muestra “Elogio de la sombra”, en la galería de Jorge Mara.
En 2009, una muestra en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid estaba dedicada a la representación de la sombra en el arte occidental, que la abordaba desde el Renacimiento. Es en este período cuando la sombra hace su aparición y, un siglo más tarde, se la vincula con la perspectiva. Entre los artistas del 400, Lorenzo Lotto y Carracci la trataron en el tema de "La Anunciación", y los tenebristas del Barroco explotaron sus posibilidades. La sombra sirvió para enfatizar la presencia sagrada y su influencia en la vida cotidiana. No se puede olvidar a Rembrandt, a Goya y la estética de lo siniestro, los simbolistas, y así se podría seguir por distintas etapas del arte sin dejar de lado su protagonismo en la fotografía del siglo XX.
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Jorge Mara nos sitúa en otra dimensión cuando convocó a varios de los artistas de su galería para interpretar un libro del escritor japonés Junichiro Tanizaki (1886-1965), "El elogio de la sombra" cuya traducción al inglés data de 1977 y que encontró en una librería de Tokio hace alrededor de treinta años. Según el texto de su autoría que acompaña la muestra, Mara señala que para Tanizaki, "la sombra realza el objeto o su entorno, especialmente en la arquitectura, aportando ambigüedad y misterio".
La serenidad y calma se percibe en las fotografías de Hiroshi Sugimoto (Tokio, 1948) cuya serie de imágenes de distintos mares del mundo ocupa la pequeña sala del fondo. Blancos, grises, negros no los ilustran, sólo una línea de horizonte divide la imagen en dos, captando la luz. Las fotografías de Sameer Makarius (Egipto, 1924-Buenos Aires, 2009) y algunas de sus célebres fotos de calles de Buenos Aires que aportan una cuota de nostalgia, así como la ciudad pujante y cosmopolita de Horacio Cóppola (Buenos Aires, 1906-2012) y también su Autorretrato de 1931, la mitad de su cara en la sombra. Lucía Mara y la transparencia de un paisaje a través de las gotas de lluvia sobre un vidrio, una foto de tono más íntimo, y los paisajes de Daniel Ackerman que provocan la duda, ¿son o no fotos? En la vereda de enfrente exhibe "Fotografismos" en la Galería Otto. Vale la pena cruzar para comprobarlo.
Vayamos a los pintores: Clorindo Testa y "Círculo N°4 (1964), denso cromatismo, Carlos Arnaiz, óleo s/papel de 2018 con sus manchas que se despliegan verticalmente; Eduardo Stupía, tintas s/papel, 2017, tituladas "Fósil". Mágico el "azul" conseguido por Juan Andrés Videla que alude a supuestas noches cósmicas; refinadas acuarelas de Fidel Sclavo, lo caligráfico y lo matérico de Kazuya Sakai (1927-2001) se conjugaron en esta obra de 1964 que respondía al expresionismo abstracto y el informalismo tan característico de ese entonces. Sugestivas formas de Daniel Callori y la clausura de la imagen, ilustraciones de libros antiguos, por densas manchas negras de Kirin, completan esta muestra. (Clausura el 4 de septiembre. Paraná 1133).
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