19 de julio 2010 - 00:00

Tiempo de descuento en Gualeguaychú a un mes de la tregua

Un automóvil particular se convirtió el 19 de junio en el primer vehículo en cruzar hacia Uruguay tras el levantamiento del corte.
Un automóvil particular se convirtió el 19 de junio en el primer vehículo en cruzar hacia Uruguay tras el levantamiento del corte.
Los vecinos de Gualeguaychú que rechazan la presencia de Botnia inician hoy el tiempo de descuento en la tregua que ofrecieron hace un mes, cuando levantaron el corte de ruta para permitir que los Gobiernos de la Argentina y el Uruguay avanzaran en un plan de monitoreo conjunto, tal como lo había establecido el fallo de La Haya.

Por de pronto, la amenaza de retornar al paraje de Arroyo Verde aparece como una posibilidad lejana, y en principio cobra fuerza la idea de marchar en los próximos días hacia la Embajada de Finlandia en Buenos Aires para ejercer presión sobre el país de origen de la polémica pastera. Esa embestida será analizada y votada este miércoles en una asamblea, ya que la tradicional reunión de todos los domingos debió suspenderse ayer debido al mal tiempo que imperó en Gualeguaychú.

«Volver a la ruta no es por ahora una opción, pero si en un mes no hay respuestas concretas, entonces no nos quedará otra que analizar el regreso al bloqueo», deslizó un dirigente ambiental.

Esta misma semana, además, esperan -aunque con regular expectativa- la tercera reunión que mantendrán el canciller Héctor Timerman, y su par oriental, Luis Almagro, para avanzar en un acuerdo que permita el control conjunto al río Uruguay.

Dudas

El alcance de ese plan es, precisamente, la gran duda de los ambientalistas, para quienes el control debe realizarse dentro de la planta misma de UPM (ex Botnia) y no solamente sobre los efectos que ésta produciría sobre el río Uruguay.

Si bien el encuentro entre Timerman y Almagro no será definitorio, sentará las bases para el acuerdo final que deberán rubricar los presidentes Cristina de Kirchner y José Mujica el próximo 2 de agosto en la cumbre del Mercosur que se realizará en San Juan.

El tribunal de La Haya sentenció a principios de este año que si bien Uruguay violó el tratado que regula el uso común del río, no hay pruebas suficientes de que la planta contamine y, por lo tanto, no debe ser trasladada a otro lugar, tal como demandaba la Argentina.

Además, pidió que ambos países retomen los mecanismos de control conjunto del río abandonados durante la crisis, cuyos inicios se remontan a 2003.

El diálogo se reactivó el pasado 19 de junio, cuando la Asamblea Ambiental levantó por 60 días el bloqueo que desde noviembre de 2006 mantenía en el acceso al puente a Fray Bentos.

Los ambientalistas calificaron el levantamiento del corte como un «aporte» a la espera de que los Gobiernos avancen en las negociaciones para el control ambiental conjunto de la fábrica. El 29 de junio, la Argentina presentó al Uruguay una propuesta para el control conjunto del río Uruguay, y Montevideo hizo lo propio el pasado 6 de julio.

Si bien ninguno de los dos Gobiernos dio detalles de las propuestas que se han cruzado, este diario pudo saber que se trabaja en un proyecto que data de la gestión de Jorge Taiana y que contempla controles científicos sobre las dos márgenes del río, lo que incluiría también el monitoreo de otros emprendimientos industriales -en su mayoría argentinos- de altos niveles contaminantes.

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