6 de febrero 2012 - 00:00

Trabas aduaneras no solucionan la escasez de dólares

Las trabas aduaneras contra las importaciones para conseguir un abultado superávit comercial este año reducen las presiones cambiarias en el corto plazo pero no atacan la escasez de divisas, advirtió ayer la consultora Ecolatina, en su último informe semanal.

Según el trabajo, tras las elecciones, el Gobierno introdujo modificaciones en el frente fiscal y en la política de ingresos para recomponer la caja y moderar la suba de salarios. Sin embargo, los cambios más significativos se dieron en materia cambiaria: en tres meses el Ejecutivo pasó a administrar toda la demanda de dólares de la economía, controlando las operaciones comerciales y financieras.

A fines de octubre el Gobierno aplicó controles a la venta de dólares, trabas a la remisión de utilidades, y obligó a repatriar fondos externos de aseguradoras y a firmas petroleras y mineras a liquidar el 100 por ciento de sus exportaciones.

Sin Reservas de Libre Disponibilidad para pagar deuda pública, un contexto internacional incierto y volátil, y exportaciones agrícolas jaqueadas por la sequía, el Ejecutivo decidió en enero controlar las importaciones para lograr un superávit comercial abultado.

En ese sentido, la consultora opinó que «la estrategia oficial reduce las presiones cambiarias en el corto plazo, pero no ataca las causas de la escasez de divisas». Además, indicó Ecolatina, «trabar la demanda de dólares financieros o comerciales complica la oferta de divisas, genera incertidumbre y afecta negativamente a la actividad e incluso a los precios». La dinámica de las exportaciones en 2012 no será favorable como en 2010-2011, por la sequía, la menor producción doméstica de energía y la moderación del ritmo de crecimiento mundial.

Las exportaciones agrícolas caerían 4.000 millones de dólares por el clima, por lo que las ventas de productos primarios y MOA, que conforman el 58 por ciento del total, no crecerían en 2012.

Por otra parte, las exportaciones de energía caerán este año, y las perspectivas para las ventas de manufacturas industriales (MOI) en el exterior no son muy favorables, dadas las previsiones de un menor crecimiento mundial.

Como las exportaciones mantendrían el nivel de 2011, las importaciones no deberían crecer si se quiere sostener un superávit comercial de u$s 10.000 millones. De todas maneras, trabar las importaciones tiene costos sobre la actividad, ya que 80% de las mismas interviene en el proceso productivo.

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