9 de agosto 2010 - 00:00

Un partido para olvidar rápidamente

Una pintura del partido. «Chaco» Torres pelea con Encina. El de Gimnasia fue el único que le dio un toque de fútbol a un pobre partido.
Una pintura del partido. «Chaco» Torres pelea con Encina. El de Gimnasia fue el único que le dio un toque de fútbol a un pobre partido.
Al San Lorenzo de Ramón Díaz le va a costar mucho ser protagonista de este campeonato por lo que demostró ayer en La Plata. Es un equipo opaco, que depende de lo que pueda crear un Leandro Romagnoli que está muy lejos de su nivel y que tiene un divorcio pronunciado entre defensores y atacantes.

El técnico se conformó con el empate utilizando una vieja frase futbolera: «Cuando no se puede ganar, lo mejor es empatar».

San Lorenzo sufrió en el primer tiempo con un mediocre Gimnasia y en el segundo no supo aprovechar el cansancio del equipo local.

Ramón Díaz ante el flojo trabajo de Romagnoli intentó con el uruguayo Sebastián Balsas por lo que arrancó el segundo tiempo con tres delanteros, pero eso en lugar de favorecer el ataque del equipo separó más las líneas, por lo que la única manera de llegar fue con largos pelotazos. Balsas demostró que sabe aprovechar su estatura (2,02 m) y cabeceó un centro haciendo lucir a Sessa.

Gimnasia tuvo sus mejores momentos en el primer tiempo cuando Hernán Encina se convirtió en el conductor del equipo y se juntó con Fabián Rinaudo, pero en el segundo sólo intentó con pelotazos al ingresado Jorge Córdoba (1,95 m). Así las cosas, el empate está bien y deja conformes a los dos. Los que no se fueron conformes son los espectadores que vieron un espectáculo muy pobre, con poco fútbol y apenas dos situaciones de gol en 90 minutos (la otra fue de Álvaro Navarro de Gimnasia que levantó un remate debajo del arco). Los dos sumaron un punto pero defraudaron las expectativas y tienen que mejorar mucho.

Dejá tu comentario