Ya está en Sudáfrica

Ojos bien abiertos a la hora del cabezazo. Martín Palermo volvió a marcar un gol y convenció a Maradona para estar en la lista de 23 para el Mundial.

La máxima dice que no hay partido de Selección de escasa importancia. Ni la incongruencia con el calendario del Clausura vernáculo ni la notable falta de categoría del rival atenta con aquel pensamiento que forma parte del ADN del futbolista argentino. El amistoso ante Haití en la ciudad neuquina de Cutral Có arrojó conclusiones y decisiones de valor para Diego Maradona a sólo 37 días de la cita mundialista. Número 1: Martín Palermo se dará el gusto, por méritos propios, de estar en una Copa del Mundo a los 36 años. Segunda conclusión: buen partido de Juan Mercier, jugando como uno de los dos volantes de contención y sabiendo que quizás le valga un lugar en la lista para el Mundial, relegando a nombres con peso y categoría como Cambiasso, Gago o Ever Banega. Si el partido sirvió para confirmar dos lugares del avión vía Sudáfrica, el balance es satisfactorio. Bien valió la pena. A futuro se puede sumar un ítem más en la columna del haber. El atrevimiento y el coraje para pedirla siempre de un tal Facundo Bertoglio, que a los 19 años jugó su primer -y seguramente no será el único- partido con la celeste y blanca.

Del juego se puede rescatar poco, Argentina no tuvo ni un mínimo de resistencia en los entusiastas caribeños. Recién a los 33 sacó ventaja en la red por el gol de Bertoglio, que aprovechó el error de la defensa visitante. Antes del final del primer tiempo, buena escalada de Garcé y centro medido para que Palermo siga con su racha (4 goles en los últimos siete que jugó con la Selección) y empiece a hacer el check in hacia Sudáfrica.

El complemento alcanzó para darle minutos a Gabbarini (¿será el tercer arquero del plantel?), para los goles de Blanco y el segundo de la cuenta personal de Bertoglio, y para una de las grandes ovaciones de la noche: Ariel Ortega, que jugó 60 minutos con la casaca argentina en lo que seguramente sea su última aparición con la camiseta 10, un homenaje de Diego para quien más veces llevó el manto sagrado celeste y blanco.