Desde hace tiempo se estrenan semanalmente películas argentinas de terror, algunas potables, otras no y otras para deleitar a los fans. Pero pocas veces sucede que un film del género atraiga al público en general, más allá del tema. Este es el caso de la excelente “El desarmadero”. Luciano Cáceres, es una actuación que lleva adelante la película casi solo, interpreta a un artista plástico que luego de sufrir la muerte de su mujer y su hija en un accidente, queda en shock y termina internado en un psiquiátrico. Con el tiempo le dan el alta, pero ya no pinta, y además ha perdido todo, por lo que un amigo le da trabajo en un desarmadero donde terminan los autos viejos que tienen partes sanas con valor de reventa. En ese decorado extraño, y un poco apocalíptico, con una potente linterna para vigilar ladrones y una pistola para dispararles, el protagonista empieza a perder noción entre sus delirios y la realidad. Especialmente cuando entre los autos chocados reconoce el que manejaba su esposa.
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Desde la primera escena, el director Eduardo Pinto combinar buena narrativa con excelente imaginación visual. Por eso “El desarmadero” no solo esta muy bien contada, con buen pulso narrativo, sino que consigue atrapar al espectador con sus recursos creativos, por ejemplo algunas de las mejores tomas aéreas que se hayan visto en el cine nacional. La música del grupo Ciro y los Persas -con un solo tema cantado en un momento apropiado- tiene también un aporte importante, pero aquí es el director y el guión los que dominan con un tono siniestro y alucinatorio, aunque más poético que espeluznante.
D.C.
“El desarmadero” (Argentina, 2022) Dir.: Eduardo Pinto Int.: Luciano Cáceres, Pablo Pinto, Clara Kovacik
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