A mediados de los 80, durante la explosión del VHS en el país, se vivió un tiempo en el que la piratería dominó enteramente en el mercado. En Buenos Aires existían sólo tres grandes videoclubes, uno en Pacífico, otro en Recoleta y otro en Palermo Chico, donde se alquilaban películas truchas, otras grabadas del cable, o deplorables copias de videos estadounidenses sin subtitular, para lo cual había que disponer de videocasetera y televisor binorma, PAL-N, la norma del país, y NTSC, la de EE.UU.
El Mickey Mouse “liberado” este año anticipa batallas judiciales
Especialistas en derecho autoral dicen que Disney podría respaldarse en el derecho de marca para contraatacar.
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Disney: por qué el primer Mickey Mouse ya es de dominio público
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A horas de entrar al dominio público, anunciaron una película de terror de Mickey Mouse
Un boom semejante no les dio tiempo a los empresarios ajustados a derecho (un derecho que, por otra parte, carecía de reglas claras, porque todo era muy nuevo) a lanzar los primeros sellos legales. Fue así que empezaron a proliferar marcas y casas de edición amateurs, que publicaban lo que se les ocurría. Y una de las presuntas “leyes” por las que se regían señalaba que toda película que superara los 30 años desde su estreno entraba automáticamente en dominio público. Esa ley nunca existió, desde ya.
Era un mercado pequeño y marginal, que duró poco tiempo hasta que salieron los primeros sellos legales, empezando por AVH. Antes, uno de aquellos amateurs tuvo la mala idea de editar una selección de cortos de Disney, además de anunciar con orgullo que se aprestaba a lanzar clásicos como “Fantasía” o “Blancanieves” ya que eran de “dominio público”. Ese orgullo duró poco, ya que si hubo históricamente una empresa celosa hasta el paroxismo de sus derechos de autor fue y es The Walt Disney Company. Las copias de esos videos fueron decomisadas en el acto, y se inició un proceso legal que no prosperó ante la promesa de aquel editor de no reincidir en su error. El público debió esperar hasta 1988, unos dos años más tarde aproximadamente, para que el sello Gativideo, un desprendimiento de la productora de cine Aries, obtuviera los derechos de edición y distribución de los productos Disney en el pais.
Ahora, como se sabe, llegó para el ratón Mickey la fecha tan temida: desde el primer día de este año entró en dominio público, por ley federal estadounidense, la primera caricatura que prefiguró al personaje, “Steamboat Willie” (1928), después de una encarnizada batalla legal que la Disney venía librando desde 1976, cuando interpuso un recurso en Washington para prolongar el plazo de 1984 a 2004, y luego en 1998 otra ley, conocida como la de “Protección del Ratón Mickey”, que extendió hasta el último día del año pasado ese período: en total, 95 años.
Sin embargo, Disney no se quedará quieto. Sus estrategias de mercado son tan multiformes como para haber llegado a retirar de circulación, durante los 90, algunos de sus títulos clásicos (como la primera versión animada de “La Sirenita”) para generar más deseo en el consumidor, que no la pudo ver durante varios años en ningún lado, hasta su relanzamiento. Por supuesto, la aparición de internet y las plataformas cambiaron las reglas del juego, y hasta el tiempo le juega en contra, pero Disney, cuyos abogados vivirán desde ahora jornadas agitadas, ya aclaró que sólo pasan a dominio público los dibujos primitivos de Mickey y Minnie (no los nombres), tal como aparecen en los cortos “Steamboat Willie” y “Plane Crazy”, también de 1928, pero no las versiones posteriores, perfeccionadas. Aclaró además que una cosa es el copyright (derecho de autor) y otra el trademark (marca comercial), que protege el nombre de una compañía, el de sus productos, logos y lemas. Y eso no tiene fecha de vencimiento. Esto es, que ya desde ahora se anticipan problemas judiciales con el anunciado título de la película de terror “Mickey Mouse’s Trap”, ya que está utilizando el nombre del personaje cuando, de acuerdo con Disney, no lo puede hacer. La ley de dominio público sólo habilita, como se dijo, el empleo del antiguo diseño.
Este año, entraron en dominio público obras como las novelas “El amante de Lady Chatterley”, de D. H. Lawrence, “Sin novedad en el frente”, de Erich Maria Remarque, y la película “El cameraman”, de Buster Keaton, pero la atención de todos está centrada en lo que ocurrirá con Mickey Mouse. En 2007, The Walt Disney Company tomó un clip de “Steamboat Willie” como su logo, lo cual fue interpretado por muchos como un anticipo de la batalla que podría estar dispuesta a dar desde ahora: si no lo puede proteger por propiedad intelectual, quizá intente hacerlo a través de su logo. Esto proyecta una sombra de amenaza sobre todos aquellos que se atrevan a usar el dibujito para sus propias creaciones.
En declaraciones a “Variety”, el abogado especialista en derechos de autor Justin Hughes dijo que “habrá algunos usos legítimos del personaje en dominio público, pero hay que poner mucha atención a cómo se hace, ya que Disney puede recurrir a un contraataque legítimo a través de la protección de marcas y patentes que prevé el derecho comercial”.
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