7 de mayo 2009 - 22:28

«17 otra vez»

Zac Efron, el ídolo de «High School Musical», protagoniza una comedia de viajes en el tiempo hecha a su medida.
Zac Efron, el ídolo de «High School Musical», protagoniza una comedia de viajes en el tiempo hecha a su medida.





«17 otra vez» («17 again»; EE.UU., 2009, habl. en inglés). Dir.: B. Steers. Int.: Z. Efron, L. Mann, T. Lennon, M. Perry, Tyler Steelman, A. Miller.

Zac Efron superstar para sus admiradoras

En «Volver al futuro», Michael Fox viajaba al baile de graduación de sus padres y resolvía varios problemas; en «Click», Adam Sandler veía correr su vida hacia adelante, con la angustia de estar conduciéndose de manera esquiva ante los afectos. En «17 otra vez», su protagonista Matthew Perry recorre el camino inverso al de Tom Hanks en «Quisiera ser grande»: a raíz de una serie de desdichas en el presente, su mayor deseo es regresar a la época más feliz de su vida, el colegio secundario, y de paso arreglar algunos errores. El viaje sale tan bien que, al volver al pasado, tiene la cara de Zac Efron, el astro de «High School Musical»

En general, las faltas cometidas a esa edad no son ni tan drásticas ni tan reprochables como para que tuerzan el destino de alguien, pero en su caso es diferente: a los 17, dejó embarazada a una compañera y rechazó una beca para dedicarse al basquet. Hay algunas otras catástrofes exageradas por el libro, aunque siempre dentro del tono de comedia.

La película interesará fundamentalmente a chicas de entre 13 a 17 años, fanáticas de Efron, para quienes será placentero ver a un ídolo más bello que buen actor. Si sufre o goza, eso es otro tema. Conviene aclarar que la restricción para menores de 13 años quita un amplio espectro de fans más pequeñas del actor, que concurrirían gustosas al cine, si Efron no creyera que está para más y buscara salirse del molde.

Tanto este actor como su contraparte adulta, Perry, tienen carisma, pero comparar a Efron con Cary Grant -como se exageró en la prensa norteamericana- o decirle «Los cuatro Beatles juntos», es casi ofensivo para con los modelos. Además, exaspera el confeccionado a base de moralejas, y no justamente aquellas sobre el buen uso del preservativo, que nunca están de más dirigidas al público en cuestión. Lo que cansa es la cantidad de mensajes sobre el tomarse la vida con calma y reconquistar a los afectos que se han descuidado, justamente cuando el protagonista hace todo lo contrario. Poco importa: para la amplia mayoría que concurra a ver este film los suspiros y aplausos están asegurados.

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