3 de julio 2003 - 00:00

Atrae, pero le falta la alegría de "Monsters"

Escena del film
Escena del film
«Buscando a Nemo» (Finding Nemo, EE.UU., 2003, dobl. al español). Dir.: A. Stanton. Film de animación computada.

T iene innegables méritos, y un desenlace entretenido, esta nueva cinta del sello de animación computada Pixar («Monsters»), donde un pez melindroso corre grandes aventuras intentando rescatar a su hijo, preso en la pecera de un dentista. Pero... acaso es la obra menos buena del mencionado sello, y hasta impresiona como la más larga.

Para colmo, inmediatamente antes se pasa uno de los primeros cortos del creador de Pixar, John Lasseter, y la diferencia resulta un poquito odiosa. Hay un salto demasiado grande, entre el ritmo y la gracia del viejo corto, y la lenta ñoñería inicial del nuevo largo. Al comienzo, incluso, con esos colores de fotocopia que le han hecho, cuesta reconocer la calidad de imagen de la empresa -por suerte después mejora, o será que uno ya se acostumbra-, como cuesta, más adelante, al escucharlas en sus lavadas versiones en inglés, reconocer el encanto original de «Garota de Ipanema» y «La mer», dos canciones eternas, deliciosas, aquí medio desperdiciadas.

En compensación, de a poco empieza a surgir una grata serie de personajes secundantes, desde una hembra atolondrada y desmemoriada, y unos tiburones que hacen terapia de grupo para dejar la adicción de comerse a sus vecinos, hasta unas tortugas migradoras que difunden el viaje épico de ese pobre padre, un pelícano comedido que establece el puente entre el mar y la pecera, y, por supuesto, los bichos de la pecera, todos en acción colectiva para que el chiquito escape del presidio, ¡cruce la calle!, y llegue hasta el puerto.

Un crescendo, en definitiva, con los correspondientes rescates en el último minuto, y con un epílogo de aquellos, que además hace justo cierre con el epílogo del corto inicial («Knick Knack», 1989). Entre medio, los clásicos guiños cinéfilos, esta vez a propósito de «El resplandor» y «Psicosis», y a no perderse los créditos finales.

Eso sí, quien vaya con chiquitos debe recordar que la película es bastante larga, y al comienzo tiene dos momentos de fuertes pérdidas familiares, angustiantes para algunas criaturas.

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