1 de junio 2007 - 00:00

Declaran guerra al tabaco en pantalla

Pese a haberencarnado aun fumadorcomo EdMurrow, laimagen deDavidStrathairn en«Buenasnoches,buenasuerte», deGeorgeClooney,caería hoybajo el férreocontrol deHollywood ensus nuevascalificaciones.
Pese a haber encarnado a un fumador como Ed Murrow, la imagen de David Strathairn en «Buenas noches, buena suerte», de George Clooney, caería hoy bajo el férreo control de Hollywood en sus nuevas calificaciones.
Los Angeles (AFP) - La película «Buenas noches, buena suerte» de George Clooney ganó seis premios Oscar en 2006, pero según las reglas que acaba de adoptar Hollywood, ahora podría ser etiquetada como un vulgar paquete de cigarrillos: no apta para menores. Mientras ayer se celebró el Día Mundial Sin Tabaco, la Motion Picture Association of America (MPAA), organización que agrupa y defiende a los principales estudios de Hollywood, anunció que estudiará tener en cuenta la presencia de fumadores en la pantalla a la hora de determinar a qué público se dirigen las obras.

«Good night, and good luck» describe la resistencia del periodista de televisión Ed Murrow (que interpretó David Strathairn) contra la «cacería de brujas» de los años 50, envuelto permanentemente en una nube de humo, una imagen fiel a la verdad histórica: Murrow, gran fumador, murió de cáncer de pulmón a los 57 años. La MPAA, gendarme de Hollywood, examina únicamente hasta ahora la presencia de violencia, escenas de sexo o la utilización de lenguaje indecente en las películas, a fin de ayudar a los padres a elegir los films vistos por sus hijos.

Según sus criterios, la calificación puede ser «G» (todo público), «PG» (presencia de un adulto al lado de los espectadores jóvenes), «PG-13» (igual que el anterior, pero para menores de 13 años), «R» ( menores de 17 años deben ir acompañados de un adulto) o «NC-17» (solo para mayores de 17 años). El presidente de la MPAA, Dan Glickman, aseguró que la presencia en la pantalla de gente fumando no significaría la clasificación automática de la película en categoría «R», una medida «extrema» exigida por grupos antitabaco.

Uno de ellos, la «American Lung Association» ( LungUSA), ya consideró insuficiente la decisión de MPAA. «El tabaco en las películas es un problema importante que debe ser resuelto (...) El uso de tabaco debería ser eliminado de las nuevas producciones, particularmente las que son destinadas a niños, adolescentes o a un gran público», indicó el presidente de LungUSA, John Kirkwood. «Claramente, fumar se torna cada vez más inaceptable en nuestra sociedad», reconoció Glickman, al recordar que su organización ya consideraba la presencia en la pantalla de menores fumando como un factor para clasificar las películas.

«Tres cuestiones pesarán cuando nuestro comité de clasificación se reúna: ¿El tabaco es omnipresente? ¿El largometraje presenta como favorable el hecho de fumar? ¿Existen circunstancias históricas o atenuantes?», destacó Glickman. La MPAA se basa en las recomendaciones de la facultad de medicina de la Universidad de Harvard. Jay Winsten, de ese centro, afirmó en una conferencia en febrero que en el periodo 2004-2005 «66% de las 50 películas que más ingresos produjeron mostraban personas fumando».

«En promedio, los films PG-13 muestran 14,2 escenas por hora en las que aparece el tabaco (...) Así que imaginemos un niño de 13 años que mira una película PG-13, bombardeado 14 veces por hora con imágenes poderosamente atractivas de sus estrellas favoritas fumando», indicó.

Trece años es la edad promedio en la que los fumadores estadounidenses probaron su primer cigarrillo. Para Winsten, «es imposible que una campaña de salud pública pueda competir con la imagen de Leonardo DiCaprio fumando en 'Titanic', un film clasificado PG-13".

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