12 de agosto 2013 - 13:30

Detroit, ante un recurso inesperado

Símbolo de una época: subasta del  cartel de Lehmann Brothers en Sotheby’s de Nueva York, como índice de la mayor supervivencia del mercado del arte.
Símbolo de una época: subasta del cartel de Lehmann Brothers en Sotheby’s de Nueva York, como índice de la mayor supervivencia del mercado del arte.
Hasta no hace mucho, se carecía de estudios o datos serios acerca de la renta de las inversiones en arte, salvo el indice Mei-Moses, elaborado por Xamping Mei y Michael Moses, dos profesores de Harvard que basaron dicho cálculo en el de los bienes raíces, negocio que tiene otra lógica y funcionamiento, lo que resultaba al menos insuficiente ante el crecimiento del arte como resguardo financiero.

Pero, desde hace dos años, un bureau del área de servicos contables que brinda asesoría financiera, tributaria y de administración de riesgos -la consultora Deloitte, con base en Nueva York- vio la importancia creciente del mercado del arte y produjo el "Art and Finance Report", un informe que, va por su segunda edición (2012/3), que debería ser leido y valorado por entidades financieras, la comunidad artística y cultural, y los gobiernos, al momento de planificar sus políticas de incentivos fiscales o de fomento para el sector.

El informa muestra, por ejemplo, que el proveedor de servicios financieros británico Barclay's calculó, este año, que 4 mil millones de dólares se invirtieron en el mundo en obras de arte y otros bienes, que podríamos considerar coleccionables, como automóviles, numismática, filatelia, vinos, metales preciosos y joyas. El reporte de Deloitte habla además de "convergencia" gradual entre los intereses y motivaciones de los inversionistas y del mercado de capitales, ya que muchas de sus inversiones bursátiles, bonos y otros activos terminan en colecciones u obras de arte, y percibe este fenómeno a nivel global.

En el periodo evaluado de 14 meses previos a marzo de 2013, Deloitte evidenció que la motivación para la inclusión de bienes artísticos como parte de las carteras de inversión tradicionales no es ya por la competencia de los oferentes sino la propia demanda. Esto según el estudio- marcará tendencia en lo que se verá durante los próximos años: un cliente que desea la invertir en bienes artísticos, en parte como una decisión financiera pero también como una opción emotiva, de prestigio y disfrute personal.

Para que se consolide esta tendencia colaboró la incertidumbre de los mercados financieros de los últimos cinco años, y las coyunturas propias que cada país atraviesa producto de la crisis económica global, ya que el arte parecería seguir un derrotero opuesto a otras propuestas del mercado de capitales y ofrece una interesante diversificación de sus carteras, además de generar a su alrededor el surgimiento de actividades complementarias, como la de seguros para el arte, fondos de inversion especializados, y -la mayor atracción, sobre todo en el público más joven- de acercarse y vivir los museos de una forma más cotidiana.

Esta aproximación hace que los museos y eventos culturales sean más apetecibles que otras opciones para agentes de publicidad y marketing, quienes tientan a las marcas premium a asociar su imagen a eventos de lanzamientos, o simplemente a apoyar muestras de artistas. La pregunta siempre es una: el arte, ¿puede ser un activo con liquidez?

Ante esa pregunta, muy frecuente, en especial ante una coyuntura donde se necesita liquidez, el ejemplo podria bien ser Detroit, la ciudad de EE.UU. que contrató a la casa de subastas Christie's para tasar parte de la colección de su Instituto de Artes, en el contexto de un plan de reestructuración que ésta puso en marcha para pagar al menos 18.000 millones de dólares de deuda por haber solicitado al gobierno central la protección por bancarrota en julio.

Christie's dijo en un comunicado que asesorará a la ciudad sobre cómo debe realizar la valoración de las obras de arte. "La ciudad debe, independientemente de que sean vendidas, conocer el valor actual de todos sus bienes, incluida esa colección, que es propiedad del municipio pese a que, según dijo el Director de Emergencia, Kevyn Orr, en un comunicado, 'Ni ha habido, ni hay ahora ningún plan para vender nuestro arte'".

Pese a ello, el rumor de la posible venta de la colección de 60.000 piezas ha provocado críticas. El museo ha dicho que el arte no se puede vender ya que forma parte de un fondo benéfico para el pueblo del estado de Michigan. La colección del museo incluye un autorretrato de 1887 de Vincent Van Gogh y un fresco del artista mexicano Diego Rivera, entre otras obras.

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